La reivindicación de la cuestionada música 'grunge'
El mundo del rock es cruel. Según pasa el tiempo, sufre numerosas convulsiones que aúpan a distintos artistas a la categoría de estrellas e incluso de iconos generacionales. Sin embargo, también es dado a defenestrarlos por motivos que van desde el flirteo con fórmulas más comerciales al hecho de alcanzar el soñado éxito. Esto último, precisamente, ha provocado que los norteamericanos Pearl Jam sean repudiados por buena parte de la clase rockera, que también ve en ellos a un grupo excesivamente pretencioso y afectado. Es de prever que no será ésa la opinión predominante entre el público que acuda hoy al velódromo Anoeta. Dicho recinto será testigo de la presentación ante el público vasco de Binaural, un sexto elepé en el que el cuarteto de Seattle mantiene el misticismo que aporta la voz de Eddie Vedder y su forma de estirar las sílabas para reforzar la fuerza de una instrumentación eminentemente rockera, aunque se harte de explotar melodías. Su actuación se antoja una buena oportunidad para calibrar la vigencia de la música grunge, de la cual son abanderados, que para muchos perdió todo sentido cuando Kurt Cobain se voló la tapa de los sesos.
Otro mártir del rock fue el punki Sid Vicious, pero cuando sus excesos acabaron costándole la vida al bajista de los provocadores Sex Pistols, fiel seguidor de la máxima "sexo, droga y rock and roll", nadie temió por la perdurabilidad de un género, el punk rock, que brinda la oportunidad de desfogarse a numerosos grupos, aun sin dominar sus instrumentos. Bien es cierto que, tras 20 años al pie del cañón, los miembros de Peter and the Test Tube Babies deberían hacer gala de cierta pericia en Bergara, donde mañana presentan su último elepé (Fuck the millenium), pero seguro que sus seguidores se contentan con una buena ración de canciones veloces y rebosantes de sentido del humor. No en vano, son su principal arma.
Más exigentes en el aspecto instrumental son los seguidores de Misery Loves Co., conjunto sueco que hoy presenta las canciones de Your vision was never mine to share, su cuarto elepé, también en Bergara. En la Jam repasarán, precedidos por Kill II This y Earthtone 9, un repertorio que refleja su visión contemporánea del metal, intensa, densa y dispuesta a combinar programaciones con la fiereza de sus guitarras.
En la oferta de grupos españoles puede señalarse la visita a Euskadi de Astrud una de las sensaciones de la escena underground durante el año pasado gracias a Mi fracaso personal, un disco de tecno-pop que a muchos les trajo a la cabeza la frescura y originalidad de la movida de los años ochenta. Con el dúo bilbaíno Chico y Chica como anfitrión, la pareja catalana exprimirá en Euskadi sus teclados ante una audiencia que se presume amiga del petardeo y las nuevas tendencias.
La juerga de Ska-P
Unas renovadas vías de expresión musical que no han seducido a Ska-P, tenaces portadores de juerga, pachanga, reivindicación, compromiso, espíritu proletario y de unos cánticos influidos por la música ska que les sitúan a un paso de la verbena. El Kafe Antzokia acogerá hoy la música fácil y previsible de la banda vallecana, dirigida a un público mayormente poco exigente que se contenta con escuchar un puñado de letras chistosas y arengas contra el sistema mientras bota empujando a quienes le rodean o apura el enésimo kalimotxo.
En lo referente a la oferta teatral del fin de semana, destaca el estreno en Euskadi de la última propuesta de la compañía catalana T De Teatre. Barakaldo será la plaza que acoja las 15 historias de las que consta Criaturas, una divertida visión de la infancia y de la compleja relación entre niños y adultos basada en una serie de relatos creados por una decena de autores, entre los que se encuentra el miembro de Tricicle Paco Mir. Una mirada "burlona pero implacable, incisiva y mordaz" interpretada por las cuatro componentes de la compañía.
Más numeroso es el reparto de May B, obra que la compañía de la directora Maguy Marin presenta en Vitoria y San Sebastián. Son 11 los bailarines que dan forma a una adaptación de la obra de Samuel Beckett que explota la fuerza de la expresión corporal, del gesto, buscando la perfecta fusión de teatro y danza.
Dando muestras de su versatilidad, la compañía francesa representará el domingo otra obra diferente (Quoi qu'il en soit)en el Teatro Victoria Eugenia. Antes, el exterior del coliseo será el inmenso escenario sobre el que el grupo donostiarra de danza A Deshoras muestre sus coreografías.
Otra cita atractiva es la que propone el Teatro Ayala de Bilbao, que acoge la adaptación de la obra de Antonio Buero Vallejo Madrugada. En clave de género negro, el director, Manuel de Blas,dispone a nueve personajes para recrear una trama basada en la presurosa investigación de una mujer acerca de la reciente muerte de su amante.
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