Educación traslada a 100 gitanos a dos colegios con el 90% de minorías

La Consejería de Educación cerrará el próximo curso dos colegios de Carabanchel que atienden a un centenar de alumnos, casi todos ellos gitanos. La solución: escolarizarlos en otros dos centros cercanos que cuentan en sus aulas con más de un 90% de este tipo de alumnado. La oposición, los sindicatos y las asociaciones de padres exigieron ayer al Gobierno que dé marcha atrás y que distribuya a los menores en otros centros de la zona para evitar "crear guetos".

Marisol Marcos, la directora del colegio Antonio Orozco Miret, uno de los que cerrarán, no ha recibido aún comunicación escrita de que sus 42 alumnos, todos ellos gitanos de entre tres y catorce años, no podrán continuar en el centro el próximo curso. Tan sólo, dice, ha sido avisada telefónicamente desde la Dirección de Area Territorial de Centro y ha recibido una llamada de la inspección para que "hiciera una nota a los padres diciéndoles que el próximo curso tenían plaza en el Lope de Vega", un colegio con 180 chavales, el 90% gitanos, situado a 300 metros. La Consejería de Educación confirmó ayer los temores de Marcos. Y otros más. Los 53 alumnos del colegio Eduardo Callejo, gitanos en su mayoría, serán escolarizados el próximo curso en otro centro de Carabanchel, el República de Colombia, que atiende a unos 250 chavales, el 95% con necesidades de compensatoria (gitanos, imigrantes y de familias marginales).

"Esto es una bomba de relojería", manifestó Marcos, quien aclaró que el problema no es que sus alumnos "sean gitanos, sino gitanos marginales". Es decir: "Con sus padres en la cárcel, de familias muy desestructuradas y algunos de 11 años no saben leer, con los problemas que esto conlleva". La directora, que se quejó de que la consejería no les haya pedido asesoramiento, señaló que existen dos soluciones: o que se mantenga el centro con profesorado específico o repartir a los niños entre los 14 colegios de primaria más que hay en Carabanchel. "Lo que no se puede hacer es apelotonarlos y crear guetos".

Isabel Galvín, secretaria de política educativa de CC OO, señaló ayer que con esta decisión la Consejería "vulnera la normativa de integración". Primero, porque el real decreto de compensación educativa señala "que se evitará la excesiva concentración y la excesiva dispersión de este tipo de alumnado". Segundo, porque las instrucciones de admisión de alumnos establecen que cuando un centro tenga ya un 25% de alumnado de compensatoria sólo matricularán a aquellos alumnos que tengan hermanos en el colegio. Y tercero, porque el acuerdo por la mejora de la enseñanza señala que se ha de distribuir a los alumnos de forma equilibrada. "El Gobierno popular nos dice que va a reservar plazas para inmigrantes y gitanos. Pues ésta sería una magnífica oportunidad para demostrarlo y distribuir a estos alumnos entre los colegios de la zona para evitar crear centros-gueto", manifestó Adolfo Navarro, portavoz socialista de educación. Franco González, de IU, le apoyó. La Federación de Asociaciones de Padres Giner de los Ríos denunció que es "la propia Administración la culpable de que los cuatro centros sean ya guetos".