Vecinos del Albaicín dicen que el PGO no respeta las características del barrio
Los vecinos del Albaicín creen que el Plan General de Ordenación (PGO) de Granada, que se haya en la fase de alegaciones, propone un aumento del suelo edificable por encima de las necesidades y no toma en consideración las características del barrio. El plan, que prevé importantes intervenciones inmobiliarias en zonas de valor paisajístico del Albaicín, como la de San Miguel, no tiene en cuenta, a juicio de los residentes, el incremento de los flujos de tráfico que generaría una mayor población.
La Asociación de Vecinos del Bajo Albaicin ha presentado una treintena de alegaciones, la mayor parte de ellas tendentes a frenar nuevas edificaciones en el barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad. Los vecinos fundamentan sus quejas en que los redactores del PGO han previsto unas necesidades de crecimiento "desproporcionadas" que favorecen más "la especulación inmobiliaria" que la satisfacción de una demanda auténtica.El escrito de alegaciones calcula que aún quedan 13.000 viviendas pendientes de construcción o sin acabar contenidas en el plan de urbanismo anterior, el de 1985.
El plan, afirman, no tiene en cuenta las "características y valores de los barrios históricos" y, por ejemplo, aumenta el suele edificable en el sector de San Miguel Alto y parcelan cármenes "destruyendo los valores paisajísticos propios del barrio como es la permanencia del jardín privado".
En concreto, los vecinos critican que el Ayuntamiento haya permitido construir 33 viviendas en un carmen y que en San Miguel se haya pasado de una previsión inicial de 8 viviendas a la ocupación de 36.
En otros lugares cercanos al Albaicín alto, como el barrio de Haza Grande, hay una previsión "injustificada" de edificar 249 viviendas. Para la asociación, a lo sumo podría autorizarse 50 viviendas de promoción pública para realojar a los vecinos que proyecten rehabilitar sus residencias en el barrio.
Todo ello, añaden los vecinos, sin tener en cuenta la consecuencias que un incremento de la población supondría para el barrio en cuanto a dificultades de acceso y al incremento del flujo de tráfico, ya de por sí dificultoso. Los vecinos, en contra del Ayuntamiento y a favor de las determinaciones adoptadas por la Unesco, la Comisión Provincial de Urbanismo y la Alhambra, abogan por no ampliar el actual cementerio municipal por la Dehesa del Generalife y construir uno nuevo en el barrio de El Fargue.
Respecto a las excavaciones arqueológicas obligatorias en cualquier intervención que se acometa en el Albaicín, los vecinos opinan que es injusto que las tengan que pagar los propietarios, sobre todo aquellos que promueven casas unifamiliares de pequeño tamaño o con escasos recursos económicos. El Defensor del Pueblo Andaluz ya pidió a las administraciones que subvencionaran las catas arqueológicas ya que se trata de intervenciones que afectan al bien público.
Los vecinos dejan clara su oposición al mantenimiento del polémico restaurante Rey Chico y piden en el escrito su demolición.
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