El detonante de la crisis

Carlos González Cepeda ha visto recompensados con una consejería sus innumerables servicios al actual presidente de la Generalitat. Nombrado delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana tras la victoria del PP en las elecciones generales de 1996, González Cepeda ha sido el detonante de esta crisis del Consell. El nuevo hombre fuerte del Gobierno de José María Aznar, Mariano Rajoy, no le quería como delegado gubernamental y ofreció a Zaplana la posibilidad de proponerle un nombre para sustituirle. Y el presidente de la Generalitat optó por un miembro del Consell, Carmen Mas, abriendo así el melón de la crisis en el Ejecutivo valenciano. González Cepeda tendrá que lidiar ahora con jueces, procuradores, médicos forenses y funcionarios, que no están precisamente satisfechos con la gestión de su antecesor. Curiosamente, también tendrá que poner orden en el tema policial, que por su trabajo en los últimos años conoce bien. Y es que su predecesor en la Consejería de Justicia y Administraciones Públicas, Serafín Castellano, deja tras de sí un cierto enfrentamiento entre los diversos cuerpos policiales: nacional, autonómico y local. Además, González Cepeda tiene ante sí el reto de mejorar las relaciones con los funcionarios de Justicia, que en los 10 meses de gestión de Serafín Castellano han dado numerosas muestras de descontento.