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EL DÍA DE LOS MUSEOS

Dalí compra, Picasso no

CATALINA SERRA Barcelona

Son los dos museos de arte más visitados de Cataluña. Ambos son prácticamente autosuficientes gracias a los recursos que generan. Pero el Teatro Museo Dalí de Figueres ha incrementado de forma sustancial sus colecciones en los últimos años y el Museo Picasso, en cambio, no. ¿Por qué? Hay muchas razones, pero las principales son dos. Por una parte, figura la autonomía de gestión y la capacidad de explotación de los derechos de autor en el caso del centro dedicado a Dalí, mientras que el de Picasso depende orgánicamente del Ayuntamiento de Barcelona y, sobre todo, no tiene los derechos sobre las obras que exhibe, sino que para cualquier utilización en catálogos, libros o merchandising debe pagar a los sucesores del artista. Por otra parte, los precios de la obra de ambos artistas en el mercado son incomparables. El último picasso subastado, el pasado día 11 en Nueva York, Naturaleza muerta con tulipanes, de 1932, se vendió por más de 5.000 millones de pesetas. La obra más importante del pintor ampurdanés comprada por la Fundación Gala-Dalí, La apoteosis del dólar, adquirida en 1991, costó unos 200 millones de pesetas.

Vayamos por partes. La Fundación Gala-Dalí es una entidad privada con representantes públicos que gestiona de forma autónoma el patrimonio legado por el artista a la propia entidad y al Estado español. Para el año 2000 tiene un presupuesto ordinario de 678 millones de pesetas, que consigue mediante ingresos propios, en un 76% provenientes de la venta de entradas. El pasado año, los tres centros que gestiona la Fundación Gala-Dalí -el museo de Figueras, el castillo de Púbol y la casa de Portlligat- sumaron un total de 925.626 visitantes. El precio de la entrada del museo -sin contar la política de descuentos habitual- es de 1.000 pesetas. Para la realización de las obras de rehabilitación o ampliación de sus centros, la fundación ha contado con ayudas del Estado -que sufragó los gastos de las obras en Púbol y Portlligat- y de la Generalitat, que aportó 60 millones para la restauración de la cúpula del museo.

El Museo Picasso es propiedad del Ayuntamiento de Barcelona y se gestiona a través del Instituto de Cultura de la ciudad. Para este año tiene un presupuesto de 717 millones de pesetas, a los que habría que sumar otros 85 para la continuación de las obras de reforma de los edificios que integran el centro. Inicialmente están contabilizados unos ingresos propios por venta de entradas y tienda de 615 millones de pesetas, si bien es prácticamente seguro que está cantidad aumentará hasta alcanzar o superar el presupuesto ordinario. Si no se cuentan las inversiones en obras, el museo sería autosuficiente. El número de visitantes en 1999 fue de 1.081.843 y la entrada media, obviando los descuentos, es de 725 pesetas.

Las diferencias más acusadas están en el capítulo de compras. En el periodo 1990-99, la Fundación Gala-Dalí compró 110 obras, por las que pagó unos 2.500 millones de pesetas, y en el mismo periodo el Museo Picasso compró ocho obras -seis dibujos, un libro ilustrado y una carta- por poco más de cien millones de pesetas. El presupuesto para compras de la Fundación Gala-Dalí proviene de ingresos propios, ya que no recibe subvenciones ni ayudas institucionales en este sentido. Resulta difícil conocer exactamente cuáles son estos ingresos, debido a que no facilita las cantidades exactas que percibe por la gestión de los derechos. Al igual que sucede en el Picasso, éstos los gestiona VEGAP, la entidad española dedicada a los derechos de autor de artistas visuales El contencioso que mantiene la fundación con Robert Decharnes, que fue secretario de Dalí y afirma y defiende ante los tribunales que es él quien por contrato puede gestionar estos derechos hasta el año 2001, está limitando los ingresos, especialmente en el ámbito internacional, pero la fundación confía en que en el futuro éstos se incrementarán de forma espectacular. En cualquier caso, la fundación afirma que el presupuesto de compras no está integrado en el ordinario y la financiación de las adquisiciones depende de los casos. En unos se utiliza un aval o un crédito bancario, en otros el remanente de ingresos de la propia fundación.

El Museo Picasso consigue comprar gracias a aportaciones especiales del Ayuntamiento de Barcelona. Desde 1992 se han realizado algunas compras, generalmente de dibujos, pero hasta este año no se contaba con una partida destinada específicamente a este concepto. Esto dificultaba la posibilidad de aprovechar oportunidades imprevistas. Fue el caso de El carnet de Gósol, un cuaderno de apuntes de Picasso datado en 1906 que se subastó por una cantidad ligeramente superior a los 39 millones de pesetas que el Ayuntamiento había autorizado a pujar.

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Para el próximo cuatrienio, el Ayuntamiento ha previsto una partida de 200 millones de pesetas ampliables para la adquisición de obras de sus museos municipales, si bien es sabido que la mayor parte de esa cantidad se destinará al Picasso, que por su parte también está haciendo gestiones para aumentarla con el patrocinio privado. El museo, que recientemente ha ampliado sus instalaciones -tras una inversión municipal de 600 millones de pesetas en la primera fase-, centra sus compras en los dibujos, ya que lo tiene difícil a la hora de conseguir pinturas de primera línea debido a la altísima cotización del artista en el mercado. La solución pasa necesariamente por el incentivo de las donaciones de coleccionistas particulares y por la colaboración en la compra de obras de las otras instituciones, especialmente el Ministerio de Cultura y la Generalitat de Cataluña, que nunca han invertido en este centro.

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