Duran dice que si en CiU no hay acuerdo sobre el sucesor de Pujol, lo será Maragall
El presidente del comité de gobierno de Unió Democratica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, afirmó ayer que si no hay un entendimiento entre su partido y Convergència Democràtica (CDC) para elegir al sucesor de Jordi Pujol al frente de la coalición, quien gobernará será el líder socialista Pasqual Maragall. En declaraciones a RTVE, Duran insistió en que él no está en una carrera por la sucesión de Pujol que, en su opinión, "puede perjudicar los intereses de CiU", informa Efe. "Si continuamos por la senda de avanzar nombres de candidatos de Convergencia o de Unió, el presidente futuro del Gobierno de Cataluña será Maragall", señaló. "Lo que quiero es que no haya un candidato de Convergència o de Unió, sino que haya un futuro presidente de la Generalitat de CiU", afirmó Duran, para quien lo prioritario no es ahora buscar nombres, sino articular un proyecto de futuro entre los dos partidos que forman la coalición. En medios de Convergència estas afirmaciones, reiteradas por Duran en los últimos días, se interpretan como una rabieta del dirigente democristiano ante el inesperado anuncio hecho por Artur Mas el pasado domingo de tomar parte en la carrera a la sucesión de Pujol.
Duran dijo que la próxima retirada de algunos de los líderes de la política española, incluido Pujol, abrirá una nueva etapa en la que será necesario combinar la existencia de equipos, "porque es imposible encontrar una persona de la talla de Pujol", con el liderazgo que exige una sociedad mediática.
Respecto a la situación en el País Vasco, acusó al Gobierno y al PP de no ofrecer alternativas y de limitarse a atacar al PNV, una actitud que no arregla nada y "sólo les da votos". Duran no quiso comentar la entrevista que hoy conceden a un diario vasco encapuchados que aseguran representar a ETA porque, señaló, "me niego a situar en el centro del debate político lo que diga ETA".
El líder de Unió reconoció que "nadie quedó correctamente" en el debate de la Ley de Extranjería, una norma que "es mejorable" y cuya reforma se mostró dispuesto a abordar siempre que el Gobierno trate de hacerla mediante el consenso de todas las fuerzas políticas. Respecto a la posible concreción de un pacto de legislatura con el PP a nivel nacional, reconoció que es "difícil", insistió en que es el Gobierno el que tiene que decir hasta dónde quiere llevar esa colaboración y reiteró que, si no hay acuerdo en materia de financiación autonómica, no será posible llegar a acuerdos.
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