"Se abusa de la prisión preventiva con los inmigrantes"

La criminóloga Elisa García (Málaga, 1967) compagina su labor docente en la Universidad de Málaga con la investigación en el Instituto andaluz de criminología y, en sus ratos libres, trabaja como voluntaria en la asociación Málaga acoge. Su interés profesional y social por la criminología y por el fenómeno de la inmigración ha dado como resultado una interesante tesis doctoral sobre Delincuencia e inmigración que García leyó el pasado 29 de febrero y que ha presentado en Bilbao en unas jornadas organizadas por la asociación Bilbo Etxezabal. Pregunta. Parte de la sociedad identifica inmigración con delincuencia. Su tesis, ¿confirma o desmiente esta opinión?

Respuesta. La tasa de delincuencia entre los inmigrantes es del 1,9% frente a la tasa del 0,55% de la población española. Pero estos dos porcentajes no son comparables. La inmensa mayoría de la población extranjera está entre los 20 y 45 años, que, desde el punto de vista criminológico, es la franja de edad con mayor tasa de delincuencia. Sin embargo, en la tasa de los españoles se incluye población de todas las edades.

P. ¿Cuáles son los principales delitos que cometen los inmigrantes?

R. El principal delito que cometen tanto inmigrantes como autóctonos son los de drogas, delitos contra la salud pública y robo. Estas son las principales causas por las que un inmigrante llega a la cárcel.

P. ¿Cuántos extranjeros hay en prisión en España?

R. Hay 7.850 presos, que suponen el 17,6% de la población reclusa. Es curioso porque mientras el número de presos españoles apenas ha variado en los últimos años, sí ha crecido el número de presos extranjeros. Esto se debe al aumento de la población extranjera en España y al abuso que se realiza de la prisión preventiva con los extranjeros.

P. ¿Quiere decir que hay más presión policial y judicial sobre los inmigrantes?

R. Sí hay más presión policial, porque el control social se ejerce siempre sobre las clases más marginadas. Yo no he constatado, en cambio, mayor presión judicial, habría que estudiarlo. El problema es que, aunque el Reglamento Penitenciario se ha reformado, es discriminatorio con los extranjeros porque no tiene en cuenta sus características específicas.

P. ¿A qué se refiere?

R. El desconocimiento del idioma y el hecho de que la ley no les garantice un traductor en condiciones les impide conocer su situación administrativa e incluso las normas implícitas y explícitas de la vida en prisión. Con todo esto se está vulnerando el derecho a la información. Además, como el 70% de los presos está en situación de ilegalidad, al no contar con permiso de residencia ni con una vivienda, no pueden beneficiarse de permisos carcelarios ni acceder al cuarto grado. Sufren así una doble discriminación.