Montilla afirma que la bicefalia con Maragall "no será para competir el uno con el otro"

Pasqual Maragall y José Montilla pusieron punto final ayer a la incertidumbre sobre su pretensiones en la dirección del PSC. Maragall leyó una declaración en la que aceptaba dirigir el PSC como presidente si el congreso del 16 de junio le otorga la confianza. Montilla anunció por la tarde su voluntad de optar a la primera secretaría, de acuerdo con Maragall. "La nuestra no será una bicefalia para competir el uno con el otro", garantizó Montilla. Quería evitar identificaciones con el PSOE en el periodo que estuvo encabezado por Joaquín Almunia y José Borrell.

La doble candidatura presentada ayer es fruto de un reparto de funciones. Montilla fue el encargado de explicarlo. "Pasqual Maragall tiene", dijo, "el enorme reto y la gran responsabilidad de encabezar la alternativa de progreso en Cataluña, de ser nuestro referente electoral y social. A mí me tocará, si así lo queréis, garantizar la dirección del partido, trabajando sobre la confianza mutua y la lealtad al proyecto común".Maragall presentó su decisión de liderar el PSC como un acto de coherencia con la voluntad de alcanzar la presidencia de la Generalitat. "Quiero liderar la primera fuerza política de Cataluña para hacer que el país reaccione económicamente, tecnológicamente, en educación", afirmó. También para "convencer a España de que la pluralidad es una realidad positiva". Y para poner al servicio de estos objetivos "un partido abierto a la sociedad".

La distribución de funciones, sin embargo, no está todavía precisada. En los dos folios que leyó Maragall no figuraba ninguna alusión a la primera secretaría ni a la presidencia del partido. Tuvo que precisar a preguntas de los periodistas: "Cuando digo liderar, digo liderar. Normalmente eso quiere decir la presidencia". Pero en el partido socialista el liderazgo político corresponde al primer secretario, mientras que la presidencia es un cargo honorario. Por esto Maragall tuvo que añadir, nuevamente a preguntas de los periodistas, que el congreso del PSC "tendrá que decidir qué funciones ha de tener el presidente". Luego explicó que el PSC es un partido innovador, que introdujo las elecciones primarias ya en 1991 y que ha abierto sus listas electorales a independientes más que nadie. Y que también tendrá que innovar en este aspecto.

Críticas de los adversarios

Maragall insistió en que su objetivo inmediato es convertir al PSC en la primera fuerza política de Cataluña "en todos los aspectos", para lo que considera imprescindible mejorar su implantación en el medio rural y en las provincias de Tarragona, Lleida y Girona. Para ello dijo que quiere adaptar su esquema funcional a las 7 regiones en que propone organizar la Administración catalana.

Las candidaturas de Maragall y Montilla fueron inmediatamente descalificadas por el presidente del PP, Alberto Fernández Díaz. "Primero se reparten los cargos y después dicen que ya hablarán del proyecto", afirmó. El convergente Artur Mas, que aspira a suceder a Jordi Pujol, dijo: "Me extraña un poco que el PSC ponga al frente de su partido como persona de futuro a alguien que ya dio lo mejor de sí en el año 1992, y desde 1992 ya han pasado muchos años".