La cúpula de CDC desoye a sus juventudes y les anuncia que seguirá colaborando con el PP

Quienes se hacen ilusiones acerca de un cambio de aliado del Gobierno de Jordi Pujol se equivocan. El secretario general de Convergencia Democrática (CDC), Pere Esteve, aseguró ayer que la colaboración de CiU con el Partido Popular (PP) seguirá adelante a pesar de las importantes reticencias que esto genera entre las Juventudes Nacionalistas de Cataluña (JNC), la rama juvenil de su partido. "Tendrán que pasar muchas cosas antes de que cerremos la puerta al PP" admitió. El presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, calificó ayer de "disparate" el acuerdo entre CiU y ERC que preconizan las juventudes de Convergència.

Esteve participó ayer en la apertura de la Conferencia Nacional de las JNC, celebrada en Platja d'Aro (Baix Empordà), y defendió la necesidad de que CiU entable un diálogo fluido con todas las fuerzas políticas, aunque no especificó sus prioridades. "Tenemos que hablar con Esquerra Republicana y, naturalmente, con los socialistas", dijo, pero sin que eso suponga interrumpir la colaboración con el PP.Las palabras de Esteve recibieron una frontal oposición por parte del secretario general de las JNC, Jordi Xuclà, quien posteriormente aseguró que los cuatro años de colaboración entre CiU y el PP en Madrid han desembocado en "una situación insostenible". Por eso, Xuclà apostó por una apertura del diálogo entre CiU y el resto de partidos del arco parlamentario catalán, especialmente con ERC. "En Esquerra Republicana y en Iniciativa per Catalunya existen algunos sectores próximos a nosotros con los que podemos colaborar, incluso en el PSC", afirmó.

Xuclà considera que la JNC puede contribuir a este acercamiento estrechando los vínculos con el resto de organizaciones juveniles nacionalistas de Cataluña. Aun así, negó que exista ningún tipo de estrategia para fusionar las JNC con las juventudes de ERC. "Con Esquerra tenemos que trabajar juntos, desde la igualdad y sin paternalismos", declaró.

Mientras Esteve defendía en Platja d'Aro la colaboración con el PP y el diálogo con los restantes partidos catalanes, el presidente Jordi Pujol anunciaba en Tarragona cómo piensa poner en práctica el juego a dos bandas. Aseguró que mantendrá una ronda de reuniones con todos los partidos del arco parlamentario catalán para conocer su opinión sobre los asuntos que negociar con el Gobierno de José María Aznar. Pujol negó de esta forma que esté a la espera de conocer la actitud del Ejecutivo español para adoptar una decisión respecto a sus aliados para la gobernabilidad de Cataluña.

La reunión de Pujol con Aznar no se realizará de forma inmediata por los diversos compromisos oficiales de ambos dirigentes: se llevará a cabo probablemente en junio. Pujol, que inauguró en Tarragona el nuevo museo de historia del puerto, afirmó: "Dado que alguno de los asuntos centrales que se deberán abordar en la presente legislatura se tendrán que resolver negociando en Madrid, será bueno conocer la opinión de las fuerzas políticas de Cataluña".

El dirigente nacionalista considera que el momento actual por el que atraviesa su Gobierno, que aseguró que "funciona a velocidad de crucero", es el adecuado para abrir este tipo de conversaciones y negó de forma rotunda que haya ofrecido el Departamento de Cultura a ERC.

El PP considera incompatible el apoyo que presta al Gobierno de Pujol con un acuerdo entre CiU y ERC. Fernández Díaz afirmó ayer: "Una aproximación de CiU a ERC no es una amenaza para el PP, sino un disparate para Cataluña". Y agregó: "Si con estos permanentes cantos de sirena, CiU pretende impulsar el debate político y las prioridades con más nacionalismo y radicalidad, el PP responderá desde la moderación y reclamando que el futuro venga marcado por las cuestiones sociales y económicas y no por controversias nacionalistas".