El Gobierno liberalizará algunos servicios y contendrá el gasto para intentar frenar el IPC

El Gobierno tiene un problema con la inflación y por ello ayer anunció medidas presupuestarias y de liberalización económica. El objetivo de déficit público previsto para este año en el 0,8% del PIB se reducirá en base a "una mayor disciplina en el gasto", según explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Por su parte, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, confirmó que a finales de mes se aprobará un nuevo paquete de medidas liberalizadoras y que, de aquí a final de año, se abrirán a la competencia las llamadas telefónicas locales, como recomienda la Comisión Europea.

Montoro no concretó el alcance del reajuste presupuestario pero sí explicó que no se adoptarán "medidas extraordinarias". Es decir, no habrá recortes de gasto o limitaciones de créditos, como en épocas pasadas, y sólo se intentará aplicar una mayor disciplina presupuestaria "para evitar inercias".El objetivo de déficit para 2000 se situó en principio en el 0,8% del PIB, y ahora se baraja llegar al 0,5%, cifra que ayer Montoro no especificó. Afectará a todo el sector público, desde el Estado a la Seguridad Social y, especialmente, a las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

El hecho de que no se anunciasen medidas especiales refleja la relativa tranquilidad con que el Gobierno contempla la ejecución presupuestaria de este año. Y es que la economía española mantiene un alto ritmo de crecimiento (el 4% en el primer trimestre, según el Banco de España) y de creación de empleo, lo que ha sido el verdadero oxígeno del recorte del déficit público en los últimos años, junto a los cambios contables.

Subida de tipos

A ello hay que añadir los bajos tipos de interés de que disfruta la economía española, sobre todo tras su incorporación al euro, lo que ha permitido reducir la carga financiera de la deuda. Pero desde noviembre pasado los tipos de interés se han tornado al alza y ayer Montoro reconoció que ésta es una amenaza para la estabilidad presupuestaria, aunque con efectos el año próximo.

Para ese ejercicio, el Gobierno ya ha empezado a preparar los presupuestos con el objetivo de alcanzar un déficit cero e iniciar una nueva reforma fiscal. Montoro explicó que ese objetivo no supondrá recortes en las zonas más sensibles del presupuesto. En concreto, dijo que se mantendrán los gastos sociales, en inversión pública e infraestructuras y en investigación y desarrollo.

Además de reducir el objetivo de déficit público para 2000, el equipo económico del Gobierno anunció también ayer un nuevo paquete de medidas liberalizadoras, que se aprobará a finales de mayo. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, explicó que se persigue "flexibilizar, liberalizar y aumentar la eficiencia" de los mercados para frenar la inflación.

Por su parte, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, anunció que, tal como ha recomendado la Comisión Europea, antes de finales de año se liberalizarán las llamadas telefónicas locales. En el sector eléctrico reconoció, sin embargo, que "queda un largo camino por recorrer".

Respecto de la reforma del IRPF que entró en vigor el pasado año, el sindicato CC OO denunció ayer que Hacienda ha practicado "retenciones excesivas", como demuestra el hecho de que se mantiene en un 73% el número de contribuyentes con derecho a devolución. Montoro explicó que, por ejemplo, las ventas de pisos ha sido superiores a las previstas y, por tanto, las deducciones también son mayores. Mantuvo que las retenciones han bajado un 11%.