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El Rey Lobo de La Alcudia

El torso del Rey Lobo, un tronco de hombre esculpido en piedra caliza, fue descubierto en el yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche en 1897, formando parte del adoquinado de una de las calles de la villa ibérica. Algo muy dado entre los pueblos invasores: utilizar la imaginería de los invadidos para poder pisar en firme. De hecho, en esta calle adyacente al templo de Ilici, se descubrieron diversas esculturas en el empedrado.Este vial está, además, próximo al lugar donde se descubrió la Dama de Elche. Varios expertos consideran que las manos del artista que esculpió el pectoral con la cabeza de un lobo en altorrelieve, con la boca abierta y gesto amenazador, son las mismas que dibujaron el rostro enigmático de la pieza cumbre del período íbero. Fragmentada, a la pieza le falta la cabeza, los brazos y todo el cuerpo por debajo de la cintura.

El torso, junto con dos tinajas ibéricas sobre las que aparece el icono de un lobo, acompañadas de una colección de fotografías, permanecen expuestas en el Centro Municipal de Exposiciones de Elche. Se trata de la primera muestra que organiza la Fundación Universitaria de La Alcudia, y que está acompañada por un estudio elaborado por el catedrático de prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, Martín Almagro.

El informe incide en el hecho de que los textos orientales documentan "el origen divino del rey". Y de esta forma explica que tanto en la corte como en el ritual, la reina, junto a su esposo, desempeñaban un papel preferente, como sacerdotisa de la divinidad. "Lo que demuestra el destacado lugar que parecen haber gozado algunas damas como la Dama de Elche", asegura Almagro.

El catedrático de la Universidad Complutense indica que el torso ha estado a punto de "yacer en la penumbra científica, oculto tras el resplador de la Dama de Elche", y considera que el guerrero formó parte de un conjunto escultórico "destinado a ensalzar los antepasados míticos de la monarquía ilicitana".

El lobo ha sido la fiera más temida de la península Ibérica, y como apunta el ex director del Museo Arqueológico Nacional, "representa el modelo mítico del guerrero". Según el estudio, el busto representaría "al mítico héroe fundador de la dinastía ilicitana y primer rey de la ciudad de Ilici".

Rafael Ramos, arqueólogo y miembro de la Fundación Universitaria de Investigación Arqueológica de La Alcudia, sitúa la pieza, de 41 centímetros de altura y 32 de anchura y 19 de grosor, en el siglo IV a. J. C. La coraza que vestía el guerrero, según Ramos, demuestra que los escritos tenían razón cuando apuntaban a los guerreros íberos como "temibles y feroces".

En cada cultura las leyendas hablan del mito de los guerreros lobos. Una de las leyendas, la griega, relacionada con los lobos, marcaba como ritos de iniciación a los grupos de guerreros el sacrificio de humanos, y la ingesta. Los guerreros que la comían se transformaban en lobos, y durante nueve años, "hacían una vida de guerreros fuera de la civilización".

La Fundación Universitaria La Alcudia fue creda en 1996, y está integrada por el Ayuntamiento de Elche, la Universidad de Alicante, y varias sociedades privadas. La intención del patronato es sacar a la luz todos los vestigios que permanecen todavía ocultos en el yacimiento. Los investigadores consideran que aún queda el por descubrir el 90% de las piezas.

El rector de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, apostó durante la inauguración de la muestra por "redescubrir La Alcudia a través de sus mitos". La "globalización", dijo, "hará que cada uno busque sus raíces". E alcalde de Elche, Diego Macià, consideró que con esta muestra se ponen las bases para un desarrollo "importante" de la Fundación.

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