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Un incendio rodea los laboratorios nucleares más importantes de Estados Unidos

El incendio que ha afectado a dos terceras partes de la ciudad de Los Álamos (Nuevo México) se extiende también en torno a los laboratorios nucleares instalados en la zona, los más importantes de EEUU. El ministro de Energía, Bill Richardson, aseguró anoche que el material nuclear y los explosivos están a salvo del fuego, porque se mantienen en búnkeres de cemento. Unos 20.000 residentes han sido evacuados y al menos 400 hogares han sido destruidos.

A los 11.000 evacuados por las autoridades en Los Álamos hay que sumar la población de Whit Rock y Española, dos localidades cercanas. En total son cerca de 20.000 personas las que han tenido que abandonar sus hogares, muchos de ellos pasto de las llamas.Los casi 800 bomberos que trabajan en la zona no logran frenar el avance de las llamas -algunas de más de 60 metros de altura- impulsadas por vientos de más de 100 kilómetros por hora.

La ciudad de Los Álamos se construyó artificialmente en la década de los cuarenta para albergar a los trabajadores del complejo militar en el que se desarrollaba el proyecto Manhattan, del que nació la primera bomba atómica de EEUU. Ahora, desde que Estados Unidos dejó de hacer pruebas nucleares, en 1990, la base de Los Álamos se dedica a cuestiones de seguridad atómica y almacenamiento de materiales sensibles. Según Richardson, se puede garantizar "a Nuevo México y al país entero que nuestro material nuclear está a salvo".

Es la primera vez que el laboratorio ha tenido que ser cerrado y evacuado. En cualquier caso, el director del centro, John Browe, aseguró ayer que las instalaciones "para guardar el plutonio están preparadas para aguantar el impacto de un [Boeing] 747".

Los responsables de las instalaciones, vacías desde el miércoles, cuando el fuego alcanzó algunos de los edificios del complejo, aseguran que la mejor forma de mantener seguros los explosivos, los materiales nucleares y el plutonio almacenado es dejarlo todo en el lugar en el que está. Los productos peligrosos están guardados en cámaras de cemento reforzadas con paredes de aluminio construidas para soportar peores desastres.

John Browne lamentó con lágrimas en los ojos que ardiera la ciudad en la que vivían los trabajadores y sus familias: "Son nuestras casas y las de nuestros amigos. Hemos ayudado a ganar la guerra fría, hemos soportado tragedias y creo que superaremos esto", aseguró.

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El presidente Bill Clinton declaró zona de desastre federal toda la región montañosa al norte de Nuevo México. Las llamas se iniciaron cuando guardas del Servicio de Parques Nacionales prendieron un fuego para quemar maleza, que el viento convirtió rápidamente en el peor incendio ocurrido en la región.

El senador por Nuevo México Pete Dominici anunció ayer que pedirá una investigación sobre la actuación del Servicio de Parques Nacionales. "Tiene que haber algún responsable", insistió Dominici tras realizar una gira por la zona afectada.

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