El Gobierno de EEUU rechaza el plan de Microsoft para evitar la segregación
La oferta con las sanciones propuestas por Microsoft para cerrar la demanda antimonopolio es "absolutamente ineficaz y está llena de lagunas", según aseguró ayer en un comunicado el Departamento de Justicia de EEUU, una de las partes acusadoras en el caso Microsoft. La compañía de Bill Gates ha intentado contrarrestar la solicitud de segregación que pide el Gobierno de EEUU con un paquete de sanciones que sus competidores consideran ridículo. Entre otras garantías, Gates se comprometería a fijar un precio único en la venta de Windows a los fabricantes de ordenadores, permitiría la alteración de la "pantalla de arranque" del sistema operativo y escondería el acceso directo a su navegador de Internet (Explorer).
El fiscal general de Connecticut, Richard Blumenthal, uno de los 19 Estados que suscribieron la demanda contra el gigante informático, aseguró que la compañía parece estar empeñada en negar las evidencias demostradas en el juicio: "Los remedios propuestos por Microsoft no sirven de ningún modo para reparar el daño que ha hecho con su abuso ilegal del poder monopolista ni para evitar que vuelva a hacerlo en el futuro". Según Blumenthal, la propuesta segregadora que plantea el Gobierno, apoyado por 17 de los 19 estados, "es más limpia y más simple, y es el mejor incentivo para la innovación, la libre competencia y el beneficio del consumidor".
La acusación solicita la separación de Microsoft en dos compañías, una encargada de los sistemas operativos Windows y otra dedicada a la comercialización del resto de sus productos.
El Gobierno también acusa a la compañía de querer dilatar el proceso judicial al solicitar al juez más tiempo para sus argumentos y nuevas sesiones para vista oral. Expertos en demandas de este tipo creen que la compañía ha puesto en marcha una maniobra legal que trata de llevar el caso hacia el tribunal de apelaciones, y no hacia el Supremo. Hace dos años Microsoft ganó en el tribunal de apelaciones un recurso contra una decisión del mismo juez que lleva la demanda antimonopolio.
Según el Gobierno de EEUU, las sanciones que propone Microsoft "no habrían impedido que la compañía cometiese muchas de las ilegalidades demostradas en los tribunales, ni evitarán que use su poder monopolista en el futuro para comportarse con la misma ilegalidad a la hora de aplastar la innovación".
Mientras tanto, Microsoft prepara ya el lanzamiento del nuevo sistema operativo que sustituye a Windows 98, llamado Windows Me. Su lanzamiento se ha precipitado para comercializar otro sistema operativo que unirá los que se emplean en los ordenadores personales con los que emplean empresas y grandes servidores. Ese sistema operativo único, llamado Windows Whistler, puede comenzar a comercializarse el próximo año para robar todavía más terreno a la tímida competencia del sector.
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