La Comunidad tutela a 15 menores de 30 años afectados por drogas de diseño

Las cifras de consumo de drogas de diseño se han disparado en los últimos años y las graves consecuencias que su abuso provoca están aumentando. A la Agencia Tutelar de Adultos de la Comunidad, que defiende los intereses y el patrimonio de ciudadanos incapacitados legalmente por los jueces por sus demencias o discapacidades, está llegando desde hace tres años un nuevo tipo de usuarios: jóvenes menores de 30 años con graves daños cerebrales provocados por el abuso de estas sustancias.En la actualidad son 15 los casos que dependen directamente de esta agencia, lo que supone un 2% de los 611 adultos tutelados. María Jesús Díaz, directora general de este organismo, considera que, "de seguir así las cosas [el creciente consumo de sustancias de diseño] este número de jóvenes con discapacidad física y psíquica asociada al consumo de estas drogas podría aumentar seriamente en los próximos años". Y, añade: " Estamos preocupados por lo que tiene de reflejo de la sociedad madrileña. Esto es sólo la punta del iceberg y crece de modo alarmante. A medio o largo plazo, este número de personas afectadas, que ahora son 15, va a aumentar".

Carlos Dulanto, especialista en adicciones al alcohol y otras drogas, que trabaja en el Centro Sagasta y Escuelas Grande, corrobora con su experiencia médica el temor de la Comunidad. "Entre los consumidores de drogas de diseño hay dos tipos de patologías: la orgánica y la psiquiátrica. Las secuelas mentales aparecen más tarde y su carácter es irreversible. Estas sustancias son peor que la heroína".

Dulanto, que trabaja con este tipo de toxicómanos, asegura que la destrucción de las neuronas serotoninérgicas son la causa de estos desórdenes. "En consulta estamos viendo casos de jóvenes que dos o tres años después de dejar de consumir éxtasis u otras sustancia de diseño comienzan a sufrir trastornos depresivos y se convierten en personas paranoides, víctimas de alucinaciones y con procesos de flash back [regresión]".

Los especialistas consultados también muestran su preocupación porque en muchos casos las pastillas que consumen bajo la denominación de drogas de diseño esconden sustancias que a veces poco tienen que ver con el éxtasis y sí con productos mucho más dañinos para la salud.

Según los estudios que maneja el doctor Dulanto, las personas que han sido grandes consumidoras de drogas de diseño mantienen una peligrosa dependencia. "Suelen pasarse al cannabis. Nunca están limpios del todo y es muy difícil que se recuperen". Las dolencias físicas que presentan los que abusan de estas sustancias son también preocupantes. "Padecen hipertermia, sudoración, aumento de la tempetatura corporal, coagulación intravascular y arritmias. Estos procesos pueden degenerar en muerte".

Los expertos en drogadicción señalan que el consumo de pastillas se suele dar entre jóvenes con edades comprendidas entre 15 y 20 años, aunque también se están encontrando casos entre personas a las que denominan "pseudoyuppies". "Cuando tomas estos productos, la sensación inicial es agradable porque, entre otras, cosas facilita la relación con los demás. Te parece que todo el mundo es bueno. Te sientes querido y que te quieren, pero luego comienza la cuesta abajo".

Cuando estos drogodependientes llegan a un nivel de deterioro de difícil retorno y carecen de familia que se haga cargo de ellos, la Comunidad opta por tutelarles hasta su fallecimiento. La mayoría no viven en residencias, sino solos o incluso con parientes a pesar de que su tutora sea la Agencia.

Desde la creación de la Agencia regional, en 1995, la Comunidad tutela a los adultos incapacitados por los jueces que carecen de familia o que, aunque la tengan, no puede o no quiere hacerse cargo de ellos. De los 611 adultos tutelados por la Agencia, un centenar son menores de 30 años, entre ellos estos 15 dañados por las drogas de diseño.

Tutela de ancianos

Entre los cometidos de este organismo, que cuenta con abogados, economistas y trabajadores sociales, está buscar un alojamiento para sus pupilos, que en un 80% de los casos consiste en una residencia, ya que la mayoría son ancianos.

También se encarga de velar por que los afectados tengan cubiertas sus necesidades y de defender su patrimonio, en caso de tenerlo, ya que el 80% carecen de medios. La mayoría de los adultos tutelados son ancianos, sobre todo mujeres, con demencias seniles y enfermedades mentales.

Además de las 611 tutelas efectivas, la Agencia tramita otros 2.938 expedientes sobre los que los jueces aún no han fallado.