La ONU denuncia que 318 de sus trabajadores han sido secuestrados en Sierra Leona
La situación de tres centenares de trabajadores de la ONU permanecía anoche confusa. En tanto que la ONU admitía que al menos 318 de sus empleados podrían haber sido tomados como rehenes por el Frente Revolucionario Unido (RUF), el jefe de filas de este grupo rebelde, Foday Sankoh, reconoció por primera vez ayer que algunos cascos azules se encontraban con sus combatientes aunque desmintió de nuevo que estuvieran secuestrados.
"En Makeni, se produjo el pánico y algunos cascos azules y observadores militares salieron de su campamento y se refugiaron en el cuartel que ocupan mis hombres desde su llegada", aseguró Sankoh en una conversación con periodistas, quien no pudo precisar su número. Sankoh también negó la liberación de los seis ocupantes de un helicóptero. "Nunca fueron prisioneros, esperaban autorización para volver a Freetown", dijoFred Eckhard, portavoz de Naciones Unidas, precisó que "aproximadamente" 208 soldados zambios de la Misión de la ONU en Sierra Leona fueron desarmados y tomados como rehenes por el RUF cuando se dirigían a Makeni (en el centro del país), después de que la organización internacional perdiera todo contacto por radio con esa unidad el pasado jueves. Además, otros 24 cascos azules, cuya nacionalidad no fue precisada, se hallan detenidos en Kailahun (al este).
Estos nuevos rehenes se suman a los 92 contados el jueves, menos los seis (los cuatro tripulantes de un helicóptero y dos pasajeros civiles) fueran liberados ayer, según indicó Eckhard. Después de esa liberación, todos los rehenes son personal militar (cascos azules u observadores), precisó el portavoz, quien también se hizo eco de informaciones sin confirmar según las cuales las fuerzas de la RUF estaban utilizando blindados capturados a las tropas de la ONU retenidas.
En Freetown, adonde llegaron los seis liberados, el protavoz civil de la misión, Philip Windslow, calificó esta medidad de "desarrollo positivo". "Esperamos que haya más [liberados]", añadió. Windslow no quiso sin embargo dar cifras precisas de cuántas personas están en manos de los combatientes de la antigua rebelión tras los incidentes del martes y el miércoles pasados en los que desaparecieron cuatro miembros de la misión de paz, a los que se da por muertos.
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