IU abre el proceso para que su militancia decida un nuevo modelo político para salir de la crisis

Izquierda Unida ha puesto en marcha el proceso para rediseñar en Andalucía un nuevo modelo político y organizativo, que zanje la crisis de la federación. Por vez primera, será la militancia la encargada de perfilar el documento que se debatirá en la XIII Asamblea, que marcará las nuevas pautas. El responsable de organización, Willy Meyer, aseguró que bajo estas siglas hay sitio para todas las tendencias, pero reclamó un debate "claro" y "franco" para evitar que la crisis se cierre en falso. Meyer criticó el alejamiento de las bases: "Hoy, IU no se ve como un instrumento útil para la sociedad".

El proceso para redefinir el proyecto político y el modelo organizativo de Izquierda Unida en Andalucía descansará, sobre todo, en la militancia. Los 25.919 afiliados de la federación en la comunidad podrán participar en las 400 asambleas locales que se celebrarán hasta el próximo 19 de junio para aportar las propuestas que se incluirán en el documento que se presentará en la XIII Asamblea de IU, fijada para el mes de octubre. Con estos debates, la federación aspira a poner en marcha una "revolución organizativa", que requerirá varios años de cambios, según el responsable de organización, Willy Meyer, que adoptó una postura muy autocrítica durante la conferencia de prensa de ayer. "Hoy, IU no se ve como un instrumento útil para la sociedad", aseguró.

El dirigente de IU presentó el debate como "el momento de darle la palabra a las bases", en contraposición a "cierta saturación de opiniones de dirigentes". Sin embargo, pidió claridad a la hora del debate para evitar que la crisis se cierre en falso. "No sobra nada en IU, pero queremos un debate franco", dijo. En esta línea, aseguró que la presentación de una lista alternativa del Colectivo de Unidad de de los Trabajadores-Bloque Andaluz de Izquierdas (CUT-BAI), que lidera Juan Manuel Sánchez Gordillo, "no nos asusta".

Meyer, autor junto a Diego Valderas de los documentos político y organizativo, respectivamente, que ahora analizará cada asamblea, señaló que la organización aspira a recuperar y mejorar su espacio político. "Queremos romper cierta fatalidad histórica que hace que los apoyos y rechazos a la izquierda transformadora sean cíclicos", dijo. La autocrítica formulada por Meyer incidió sobre todo en la incapacidad para resolver la dicotomía entre la pluralidad de la federacion y la cohesión en torno al mensaje, lo más castigado, a su juicio, por la sociedad. "A veces los acuerdos se han difuminado con distintas opiniones", precisó. Según Diego Valderas, se impulsará la máxima libertad de opinión "pero dentro del marco de la organización".

También la relación entre la militancia y los dirigentes es mejorable, para Meyer, que criticó el alejamiento de los cargos políticos del sentir de los afiliados. Además de apostar por una mayor conexión entre ambos, el responsable de organización de IU propone que se refuerce el régimen de incompatibilidades y censuró que no siempre se haya cumplido el actual. Willy Meyer aseguró ayer que la aportación andaluza al debate federal irá en la línea del análisis político. "No vamos a participar de aquellas posiciones que sitúan a las personas primero y después a las ideas". Aquella persona, explicó, que concite mayor consenso será la que reciba el apoyo andaluz.

Por otra parte, Meyer, ex portavoz de IU en la comisión de Defensa del Congreso, también anunció ayer que la federación apoyará la XV marcha contra la base militar de Rota, coincidiendo con una decisión del Gobierno que Meyer da por hecha: la autorización de la base aeronaval gaditana como puente aéreo para intervenciones de la OTAN en caso de crisis. Esta autorización permitiría maniobras de aviones de gran tamaño y superbombarderos con gran frecuencia: "Nadie garantiza que en tiempo de crisis no lleven armas nucleares".