EU atribuye "prácticas especulativas" al Puerto de Alicante por intentar consolidar el hotel Meliá

Plantear una modificación del Plan Especial del puerto de Alicante para permitir obras de conservación y mejora en la tercera fase del hotel Meliá, que consolidarían una construcción fuera de ordenamiento, es tanto como participar de prácticas "poco éticas, especulativas y corruptas". Así de contundente se expresó ayer el portavoz de EU en el Ayuntamiento, José Luis Romero, que exigió a las administraciones local, autonómica y central que cumplan con las leyes en vigor e inicien el proceso de expropiación del edificio para proceder a su demolición, lo que permitiría a la ciudadanía recuperar un terreno público en plena fachada litoral.José Luis Romero resumió ayer de forma muy gráfica la rocambolesca situación que ha atravesado la tercera fase del Meliá, abandonada durante años y ahora propiedad del hotel contiguo, que proyecta ampliar sus instalaciones. "La Autoridad Portuaria", relató, "compró en 1996, con fondos públicos, un edificio fuera de planeamiento, que, también fuera de planeamiento, vendió por 1.874 millones de pesetas en 1999". "Ahora se intenta perpetuar el edificio", añadió, "lo que incrementa notablemente su valor en el mercado".

Para EU, la operación, "diseñada y avalada" por el poder público, "constituye plenamente una práctica de especulación y corrupción, aunque esperamos que el alcalde sea decente y defienda el interés general". La decisión de autorizar obras en el inmueble compete, sin embargo, a la Consejería de Obras Públicas, dado que el edificio se encuentra en zona de dominio marítimo-terrestre, sobre terrenos ganados al mar en los años sesenta por una autorización administrativa concedida por el gobierno central.

José Luis Romero anunció que su partido tomará iniciativas parlamentarias en las Cortes Valencianas y Generales "para evitar que se perpetúe esa golfada, porque lo que la Autoridad Portuaria pretende es devolvernos a la legalidad del franquismo". Según EU, en esa "desvergüenza política" de compra-venta, el puerto actuó en connivencia con el alcalde Díaz Alperi.