La Junta renueva su estructura interna

La separación de una Consejería que ya era bicéfala (Gobernación y Justicia) y la puesta al día de Trabajo e Industria, bautizada ahora como Empleo y Desarrollo Tecnológico. De puertas afuera, apenas hay novedades en el diseño del nuevo Gobierno andaluz que anunció el pasado viernes el presidente de la Junta, Manuel Chaves. Los cambios, en esta ocasión, van por dentro. Gobernación, ahora dirigida por Alfonso Perales, le come competencias a Asuntos Sociales (coordinará las políticas de inmigración y drogodependencia). Perales, ex secretario de Política Municipal de la Ejecutiva Federal del PSOE, tiene también el encargo de Chaves de intensificar las relaciones con los Ayuntamientos. La recolocación de competencias modificará también sustancialmente el equilibrio interno del equipo económico del Gobierno. La Consejería más inversora (Obras Públicas, 111.000 millones de pesetas en 2000) y la que más recursos gasta (Salud, 784.000 millones) seguirán gestionando las mismas materias. Pero el presidente de la Junta ya ha manifestado su intención de aligerar la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico de las áreas de Comercio, Consumo y Cooperación Económica, que ahora serán dirigidas por la consejera de Economía, Magdalena Álvarez.

Las políticas de comercio y consumo permitiran a la Consejería de Economía, confinada en las tres últimas legislaturas a la arquitectura de las cuentas autonómicas y a la captación de fondos del Gobierno central y de la Unión Europea, incorporarse a la gestión de fondos para influir directamente en determinados sectores productivos.

La Consejería de Economía dará un importante salto presupuestario con las nuevas materias. Los planes de modernización del comercio interior suponen más de 3.000 millones anuales de gasto, cerca de un tercio del presupuesto que administra Álvarez en su departamento. Y también gestionará los cerca de de 6.000 millones que aún restan del Plan de Internacionalización de la Empresa Andaluza que aprobó el anterior consejero de Trabajo e Industria, Guillermo Gutiérrez.

El desarrollo de este Plan de Internacionalización, que finaliza en 2002, será una de las líneas maestras de la política de comercio de Álvarez, quien también incorporará al área de Comercio, Consumo y Cooperación Económica el Centro Andaluz de Emprendedores. En este organismo, cuya sede se ubicará en Málaga y que requerirá de una inversión de 2.400 millones, es una de las apuestas de la Junta para hacer realidad una de sus principales apuestas electorales: el fomento de las vocaciones empresariales.

El trasvase de las materias de comercio y consumo permitirá a Álvarez aumentar su presencia política, pero, a priori, apenas restará importancia a la nueva Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico. El departamento que dirige desde el sábado José Antonio Viera ha sido designado por Chaves para reorientar los incentivos públicos a la actividad productiva y apoyar así el enganche de las pequeñas y medianas empresas a las nuevas tecnologías. Además, seguirá gestionando las ayudas a la creación de empleo pactadas con los agentes sociales y que superan los 200.000 millones de pesetas al año.

Empleo y Desarrollo Tecnológico está llamada a protagonizar la transformación interna más profunda. Y no sólo por la salida de la Dirección General de Comercio. Viera ha admitido que el mayor problema de su departamento es la lentitud en el pago de incentivos a las empresas y ya ha anunciado una reestructuración para agilizar los trámites. Y uno de sus brazos ejecutores, el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), con un presupuesto de 37.000 millones de pesetas al año, deberá consumar el cambio de rumbo que inició al final de la pasada legislatura:las subvenciones a fondo perdido a empresas en apuros pasarán a ser una excepción y dejarán paso a una batería de medidas que impulsarán proyectos empresariales de alto contenido tecnológico.