La compra de las filiales en Latinoamérica condiciona las alianzas de Telefónica
La operación lanzada por Telefónica el pasado febrero para hacerse con el 100% de sus filiales en Argentina, Brasil y Perú condiciona la nueva política de alianzas que ha puesto en marcha su presidente, Juan Villalonga. Telefónica confirmó ayer la existencia de conversaciones con la holandesa KPNQwest "y otras operadoras para desarrollar la telefonía móvil UMTS e Internet", pero subrayó que su prioridad es cerrar la Operación Verónica en Latinoamérica. La compra de las filiales se retrasa por las exigencias de transparencia de la autoridad bursátil de EEUU.
La Operación Verónica para hacerse con el control absoluto de las participadas en América Latina constituye la mayor maniobra de este tipo en la historia de la primera empresa española. Hacerse con el 100% de Telefónica de Argentina (participada ahora en un 51%), Telefónica de Perú (36,44%) y las filiales en Brasil (Telesp y Telesudeste Celular) supone una ampliación de capital por un valor de mercado de 3,5 billones de pesetas. La operación, que se anunció en enero de este año y fue aprobada por la junta en febrero, forma parte de una completa reorganización del Grupo Telefónica y debía estar concluida "en no más de cuatro meses", según las previsiones iniciales. Sin embargo, las reiteradas solicitudes de información adicional por parte de la Stock Exchange Commission (SEC), la autoridad bursátil de Estados Unidos, han provocado ya un ligero retraso en el calendario. La intervención de la SEC se justifica porque las filiales cotizan en la Bolsa de Nueva York y los títulos tendrán que canjearse por acciones de Telefónica para que la operación tenga éxito.
Fuentes de la compañía han reconocido que la SEC está siendo especialmente minuciosa al analizar la información enviada, pero confían en que las autoridades estadounidenses den luz verde a la operación a finales de esta semana o principios de la siguiente. Según el plan, la primera de las ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA) mediante canje de acciones de Telefónica se presentará a los actuales accionistas de Telefónica de Perú.
Asignaturas pendientes
El cierre de la Operación Verónica es determinante en las conversaciones que Telefónica mantiene con distintos grupos europeos del sector para cerrar alianzas concretas e incluso una fusión, ya que de su culminación depende el valor de la compañía española (al cierre de la Bolsa el pasado viernes era de 13,28 billones de pesetas) y, por tanto, la cuantía de cualquier acuerdo futuro.
La operadora española ha reconocido la existencia de negociaciones con la holandesa KPNQwest y "con otras varias operadoras europeas para desarrollar la telefonía móvil UMTS [multimedia] e Internet". Esas negociaciones podrían derivar hacia la creación de un consorcio (40% de KPN y 60% de Telefónica) para optar conjuntamente a licencias de la nueva telefonía móvil UMTS en Europa o en una adquisición por parte de Telefónica de la división de móviles de KPN, cuya salida a Bolsa estaba prevista el 2 de mayo. La compañía holandesa, que es pública en un 40%, se convirtió en el sexto operador de móviles en Europa el pasado diciembre, tras alcanzar un acuerdo con la estadounidense Bell South para comprar la operadora alemana E-Plus.
Tanto Telefónica como KPN Mobile, que también negoció hace meses con el grupo francés Vivendi y con Telecom Italia, han mostrado interés por adquirir la operadora de móviles británica Orange, que el grupo alemán Mannesmann ha puesto a la venta tras su fusión con Vodafone. También rivalizaron por hacerse con la compra de la productora de televisión holandesa Endemol -creadora del programa Gran hermano-, pero KPN decidió retirar su oferta por considerar que el precio exigido era demasiado elevado. Telefónica deberá pagar 900.000 millones de pesetas por Endemol en una operación que prevé cerrar en junio, pese a lo reacios que son a esta actuación sus accionistas de referencia, el BBVA y La Caixa.
Precisamente, entre las asignaturas pendientes de la operadora también se encuentra el desarrollo de sus acuerdos estratégicos con el BBVA para la telefonía móvil e Internet, así como la resolución de los procesos para la adjudicación de licencias de telefonía móvil en Italia, Francia (competirá junto a Lyonnaise des Eaux) y Alemania (irá junto a Sonera y Orange).
La compañía española también ha mantenido contactos para una fusión con British Telecom y Deutsche Telekom, pero éstas se muestran poco dispuestas a ceder poder a favor de la compañía española. En cualquier caso, toda operación que suponga la cesión de más de un 10% de Telefónica tendrá que ser aprobada por el Gobierno español, que se ha distanciado últimamente del presidente de la compañía, Juan Villalonga.
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