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Un partido lleno de incidentes El árbitro fue escoltado por la policía para poder abandonar el estadio

Desde que el presidente del Deportivo acusó a los árbitros de favorecer al Barcelona, la sospecha o las casualidades no han abandonado a su equipo, que ha sembrado el malestar de cuantos han sido sus últimos rivales, por decisiones discutibles que siempre se han saldado a su favor. Las de ayer no resultarán determinantes porque se hizo el Celta igualmente con el partido, pero la determinación de Llonch Andreu de expulsar a Juanfran a los 14 minutos convirtió el partido en un calvario para todos.Forcejeó Juanfran con Víctor en el saque de una falta y cayó al suelo el jugador deportivista. Nada vio el colegiado, que dejó seguir la jugada, pero sí el juez de línea, que informó a Llonch Andreu. El partido se acabó para el lateral del Celta, y el daño para los de casa hubiese sido peor de haber considerado el colegiado que Djalminha había puesto el balón en juego, porque la cosa ya había terminado en penalti.

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El partido se le torció al Celta, pero mucho más a Llonch Andreu, que a partir de entonces tuvo más errores que aciertos. Incluso al final del partido fue escoltado por la policía para abandonar el estadio.

En cuestión de minutos sucedió un poco de todo. Por no amonestar a Gustavo López se inhibió de una dura entrada sobre Víctor. Encomendado a una suerte de compensación continua, amonestó a Makaay por acercarse a Gustavo López. No mucho más tarde se encontró con una jugada similar a la de Juanfran, en la que Sergio cayó en el área del Deportivo, y prefirió señalar falta del defensor del Celta.

Su delirio continuó en la segunda mitad, cuando Romero abandonó el campo, ya en los minutos finales, por ver una amarilla que le correspondía a Mauro Silva. El Celta, que estaba en inferioridad numérica desde el incidente de Juanfran, acabó en mayoría en el minuto 91, en la que fue, tal vez, la única decisión coherente de Llonch Andreu: Songo'o, fuera del área, tocó con fuera del área la mano una vaselina que le envió Giovanella, y por una vez la expulsión no fue discutida por nadie. Donato acabó el partido con los guantes de Songo'o.

Lo cierto es que acumula el Deportivo partidos en los que no podrá lamentar los errores arbitrales. Sólo en las últimas semanas se encontró con la polémica en encuentros como el de Sevilla, en el que al equipo local le fueron anulados dos goles con pinta de legales, o el más reciente de la Real Sociedad en Riazor. Esa vez se reclamó que el balón que dio origen al primer gol local había traspasado la línea de banda y se pidió falta en el segundo tanto deportivista. Otro precedente que dio que hablar fue el derby de Riazor, arbitrado en diciembre también por Llonch Andreu, que como casi siempre, dejó a todos descontentos.

Lejos de estar satisfecho por la labor del colegiado, el entrenador del Deportivo, Javier Irureta, dejó caer la sombra de la duda sobre él. Recordó que se trata de un árbitro catalán, "y hay un equipo de Cataluña metido en la lucha por el títuto", subrayó. Y destacó también el técnico deportivista que la jugada del minuto 14 podría haber acabado en penalti, si hubiese entendido Llonch Andreu que el balón estaba en juego cuando Juanfran y Víctor tuvieron su roce en el área. Quizás a eso se refería cuando destacó del derby "las imprecisiones y los errores arbitrales". Pero Irureta tampoco estaba contento con alguno de sus jugadores. No citó ninguno, pero denunció que a más de uno "le pesó el derby y le faltó oficio".

La pesadilla de la última jornada

VigoEl sueño de Irureta de cantar el alirón en Riazor dentro de una semana ante el Zaragoza se desvaneció definitivamente. Y no sólo porque el Barça ganó, sino porque el Deportivo volvió a demostrar su flaqueza fuera de casa. Si no lo remedia un nuevo golpe de efecto -y en esta Liga ha habido muchos- el campeonato parece abocado a resolverse en la jornada final, una posibilidad que suena como una pesadilla a toda la afición blanquiazul, escarmentada por pasadas experiencias.

La jornada resultó tan negativa para el líder que incluso es posible que para asegurar el título no le baste con ganar los dos partidos que le quedan en Riazor. Su ventaja es de tres puntos sobre el Barça y cinco sobre Zaragoza y Madrid. Con los azulgrana, el Depor tiene empatado el balance particular, pero el Barça cuenta con cinco goles más en el general. Al Deportivo le resta otro partido fuera, en Santander, en el que deberá arrancar algún punto. Lo contrario, sería jugar con fuego.

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