"El enfrentamiento con el Gobierno ha sido inevitable por sus decisiones injustas"
Alfonso Perales Pizarro retorna a la política andaluza desde el Congreso de los Diputados, donde ha estado las dos últimas legislaturas. Nacido en Alcalá de los Gazules (Cádiz) hace 45 años, ha dedicado los últimos años a la tarea orgánica, como secretario de Política Municipal en la dirección federal del PSOE. Ahora será consejero de Gobernación
Su nombramiento le ha cogido por sorpresa. Alfonso Perales Pizarro reconoce que su intención era trabajar en el Congreso.Pregunta. ¿Por qué recurre Chaves a usted?
Respuesta. Hay dos asuntos que considera muy importantes: lograr un marco estable de colaboración con los ayuntamientos al margen del color político, y la potenciación de la figura de los delegados del Gobierno, así como coordinar la política de inmigración, porque Andalucía no puede resignarse ante las muertes en el Estrecho. El presidente ha considerado que yo era la persona adecuada en este momento.
P. El PP cree que usted va a ser "el malo de la película".
R. Teófila Martínez no decepciona nunca, siempre dice lo que se espera que diga. Voy a trabajar en lo que me ha encomendado el presidente, los demás clichés son tildes políticas o construcciones periodísticas.
P. ¿Ha flaqueado la Junta en su relación con los ayuntamientos?
R. No. Andalucía es la única comunidad que ha establecido un acuerdo básico con los ayuntamientos y, después de Navarra, les destina más recursos que todas las autonomías del PP juntas. En cambio el PP los ha utilizado como ariete contra la Junta. Uno de los grandes retos es hacer un gran proceso de descentralización hacia los ayuntamientos y sobre el Pacto Local sé algo. Todas las leyes que ha hecho el PP sobre el desarrollo local las ha hecho en las ha hecho en colaboración conmigo.
P. El PP, en cambio, sostiene que es el PSOE el que utiliza sus instituciones contra el Gobierno.
R. La única estrategia política que maneja el Gobierno andaluz es la del diálogo y la del acuerdo, aunque hay reivindicaciones irrenunciables. Que hay 400.000 andaluces más no admite discusión. La financiación, por ejemplo, se puede discutir, pero que Andalucía tiene más habitantes, no.
P. Mientras no se resuelvan las reivindicaciones irrenunciables ¿existirá el enfrentamiento?
R. No, no. El resultado electoral le da una fortaleza al PP que debe servirle para cerrar esas decisiones políticas que no tienen explicación sobre el censo, la financiación y las transferencias. Estamos dispuestos a cargarnos de paciencia y nadie nos va a sacar de esa posición. Pero el diálogo es un instrumento, el objetivo es poner todas las instituciones andaluzas al servicio del crecimiento económico, del reparto de la riqueza y la creación de empleo.
P. ¿Arrancar la legislatura con una apelación continua al diálogo no es como admitir que se ha fomentado lo contrario?
R. El problema es que Andalucía no puede permanecer impasible ante decisiones muy importantes, lesivas y gratuitas. No ha quedado más remedio que defender los intereses de Andalucía. No nos desenvolvemos bien en el enfrentamiento, pero ha sido inevitable ante un Gobierno que convirtió Andalucía en un campo de batalla y de decisiones injustas. El Gobierno andaluz sólo reacciona ante decisiones injustas para todos los ciudadanos de esta comunidad.
P. ¿Tienen alguna estrategia para que esa defensa no se interprete como el mantenimiento de las tensiones?
R. La única estrategia es la del sentido común y la de apelar ala responsabilidad de todos. No se trata de un diálogo de sordos, sino para lograr acuerdos y establecer un marco de buenas relaciones.
P. Y respecto al propio Gobierno andaluz, ¿hubiera sido necesario nombrar un vicepresidente?
R. Tenemos un presidente que está en plena forma física, ya que corre siete kilómetros diarios, y en un momento de madurez política que no necesita ninguna figura de vicepresidente.
P. ¿Eso significa que se equivoca quien piense en el relevo de Chaves a corto plazo?
R. Si eso lo plantea gente del PSOE, están trabajando para la competencia. Y no he escuchado nada de eso ni dentro ni fuera de los órganos del partido. Chaves es la primera figura política de Andalucía. Todo lo que no sea ver eso es una distracción, una estupidez y un error.
P. ¿Con usted y con Gaspar Zarrías, tiene Chaves dos vicepresidentes de facto?
R. No, tiene dos consejeros con competencias establecidas por decreto. El único primus es Chaves, el resto somos del mismo nivel.
P. ¿Su labor política y la de Zarrías serán compatibles?
R. Sin duda. Hay una gran sintonía política y una identidad personal.
P. ¿Ha renovado Chaves suficientemente el Ejecutivo?
R. No hay ningún gobierno en Europa meridional con una presencia de mujeres tan importante. No hay precedentes.
P. Antes de las elecciones, usted, como dirigente federal, defendió el pacto con IU, pero los socialistas andaluces no tenían ningún entusiasmo. ¿Está usted entre dos aguas?
R. Le hago una confesión que nunca hubiera hecho si no lo hubiera desvelado ya Pepe Bono. Bono y yo nos opusimos en la comisión ejecutiva al acuerdo con Izquierda Unida. Tuvimos reticencias sobre la eficacia de ese paso. En cambio yo fui el responsable de los acuerdos con IU en los ayuntamientos, que está siendo muy provechoso. No tengo fobia contra IU, pero no podemos hacer quiebros tan importantes como para presentar un tándem de gobierno.
P. ¿Se queda sin posibilidades de continuar en la ejecutiva federal?
R. Está claro que para los próximos cuatro años sólo tengo un objetivo, que es ser fiel al trabajo que me ha encomendado Chaves.
