Fernández-Armesto pide que las empresas den más beneficios al trabajador
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Juan Fernández-Armesto, defendió ayer el acceso de los trabajadores al capital de las empresas como mejor sistema de creación de valor y como fórmula de redistribución de la riqueza. Fernández-Armesto precisó, además, que es partidario de que los planes de incentivos con acciones y abarquen a todos los empleados.
Durante una conferencia pronunciada ayer en el Club Siglo XXI, Fernández-Armesto afirmó que "deberíamos ser capaces de aprovechar el momento de bonanza económica que vivimos para embridar la revolución tecnológica, regular los mercados financieros, minimizar los costes en la empresa, maximizar la creación de riqueza y distribuirla más racionalmente". Fernández-Armesto pidió al poder político que apoye la redistribución de la riqueza que el actual momento económico genera.A su juicio, el momento actual es una "segunda belle epoque", entre otros factores por la uniformidad ideológica en torno a los conceptos de democracia y economía libre de mercado. Otros factores positivos que mencionó son la adopción generalizada de políticas macroeconómicas de reducción de los déficit públicos, presupuestos equilibrados, bancos centrales independientes y privatización de empresas públicas.
"La historia demostrará que son estas políticas y no la revolución tecnológica la principal causa de la bonanza económica", indicó. Al referirse a los mercados financieros destacó la acuñación de un principio fundamental: la convicción de toda empresa cotizada de que su máximo deber es la creación de valor para el accionista. "Si quieren ser competitivas e independientes, las empresas españolas tienen que tener, como primera meta, maximizar el precio de sus acciones", afirmó.
Participación del empleado
Fernández-Armesto consideró fallido el sistema de cogestión basado en la participación de los trabajadores en los órganos de gestión de las empresas y planteó que la creación de valor se ha convertido en un criterio básico de gestión empresarial. Además,expresó su preocupación por el efecto que el proceso de acumulación de riqueza en manos de los accionistas puede tener sobre la distribución de riqueza en nuestra sociedad.
A juicio del presidente de la CNMV si bueno es invertir en acciones, mejor es hacerlo en el capital de la empresa en la que uno trabaja, porque "esta práctica, además de favorecer la justicia distributiva, añade una ventaja adicional: alinea los intereses de empleados y accionistas, resolviendo así el conflicto de intereses históricamente consustancial a toda empresa". Partiendo de este planteamiento, se manifestó partidario de planes que incentiven la participación de directivos y empleados en las sociedades cotizadas, aunque matizó que "todo sistema de remuneración basado en el valor de las propias acciones debe ser aprobado por los accionistas y debe ser transparente, hasta el punto de individualizar la participación de cada consejero o director general".
En el coloquio posterior a la conferencia, Fernández-Armesto reconoció que no está satisfecho con las herramientas legales que tiene para luchar contra la información privilegiada, al igual que ocurre con el resto de los supervisores europeos. En este sentido, anunció que en el plazo de una semana el organismo que aglutina a las comisiones de valores de los países europeos hará público un informe sobre esta cuestión para sensibilizar a los emisores del mercado de que tomen medidas preventivas para evitar la información privilegiada. Fernández-Armesto reconocio que en los últimos años en el único país en el que un inversor ha recibido una sanción por el uso indebido de información privilegiada ha sido en España.
El presidente de la CNMV señaló que en tres o cuatro años habrá una regulación europea en el tema del mercado de valores de nuevas tecnologías. Asimismo, reconoció que la normativa española sobre el mercado de valores es mejorable pero que no está "tan mal como alguno quiere ver".
