El Celta se precipita en caída libre
El equipo de Vigo recibe el domingo al líder enredado en su peor racha de los últimos siete años
Al Celta le ha caído el papel de juez de la Liga enredado en la peor racha de los últimos siete años, de la que intentará librarse en partidos como el de este domingo en Balaídos con el Deportivo o el de la última jornada en el Camp Nou. El equipo al que se atribuía el mejor fútbol, una especie de reserva nacional del juego ofensivo, no gana un encuentro desde hace siete jornadas, en las que su gusto por pisar el área rival le ha reportado sólo dos goles y otros tantos puntos. El desplome le ha llevado al 12º puesto y ha encendido los ánimos en el vestuario.Todavía está en juego una remota posibilidad de entrar en Europa, cuando hace nada era serio aspirante a la Liga de Campeones, pero tras la derrota del domingo en Bilbao, el Celta está equidistante entre la UEFA y el descenso.
Las cosas han cambiado radicalmente para el Celta desde que en diciembre visitó Riazor asentado en el segundo puesto. Transcurridos 19 partidos, incluido un derby más o menos desgraciado en el que destrozó los palos de la portería de Songo'o, el equipo sólo ha sumado cuatro victorias y cinco empates; es decir, 17 puntos. Únicamente la UEFA le ha reportado alegrías en lo que va de año, aunque la eliminación a manos del Lens acabó por derribar el ánimo de los jugadores.
Especialista en remates a la grada y víctima a menudo de arbitrajes despiadados, la ausencia de alternativas ha comenzado a desgastar a Víctor Fernández, hasta hace poco elevado a la categoría de mito por los aficionados.
Cada pinchazo del Celta se ha visto sucedido por un nuevo frente en el vestuario. Una semana era Mazinho, empeñado en concluir su contrato pese a la precariedad de su rodilla. Otra, Dutruel, a la sombra de Pinto desde que se fijó como objetivo la portería del Barcelona. Se sumaron a la lista Djorovic, quien prefirió perderse el partido de Vallecas a ocupar el lateral izquierdo, y Revivo, que anunció su fuga de Balaídos si el equipo sigue en manos de Fernández.
Las negociaciones para renovar al entrenador no han contribuido a aclarar las cosas en Balaídos. Se vincula al técnico aragonés con tantos banquillos como vacantes quedarán para la próxima campaña, y las dudas sobre la conveniencia de contar con él para el curso que viene han comenzado a aparecer. Tras los últimos fracasos, las conversaciones han quedado aplazadas hasta final de temporada.
Nadie duda en Vigo de que parte del empobrecimiento del equipo se deriva de una plantilla cimentada en un pequeño grupo de jugadores ya veteranos. El ejemplo más notable lo forma la pareja de rusos: Karpin no gana la línea de fondo como en otras temporadas y Mostovoi sólo ofrece detalles de la clase que antes derrochaba.
Así, los destellos del Celta se han restringido a las citas deslumbrantes, cuando el rival se llama Benfica, Juventus y Real Madrid o estaban en juego unas semifinales de la UEFA. El lateral Juanfran lo denunció esta misma semana y encontró respuesta en Mostovoi. Queda por aclarar a qué categoría de partidos pertenece el derby del domingo.
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