Los Iñurrategi se toman un respiro
Los hermanos Félix y Alberto Iñurrategi llegaron ayer, a las ocho de la mañana (hora peninsular española) al campamento base tras coronar el Manaslu (Nepal, 8.163 metros). Los montañeros guipuzcoanos se encuentran en perfectas condiciones. Félix ha superado sin ninguna consecuencia los problemas de pérdida de sensibilidad en las yemas de los dedos de los pies. Sin embargo, el montañero aragonés José Garcés, que hizo cumbre el mismo día que los expedicionarios vascos, presenta síntomas de congelación y deberá ser trasladado en helicóptero.Después de las penalidades sufridas desde que hace siete días los componentes de la expedición Iñurrategi & EITB 2000, patrocinada por BBK y Euskaltel, abandonaron el campo base, con el frío más intenso que han soportado nunca en todas sus ascensiones en el Himalaya, la llegada al campo base ha sido como cruzar el umbral de un hotel de cinco estrellas.
La noche del martes la pasaron en el campo 2, que han trasladaron hasta los 6.400 metros de altura para evitar el frío glacial. Los montañeros vascos han empleado los primeros minutos de su estancia en el campo base (a 4.800 metros) en ponerse en contacto con sus familiares para hacerles partícipes de su alegría y confirmarles su perfecto estado de salud.
La comida ha sido la necesidad más urgente que han satisfecho. Una semana realizando un esfuerzo físico extremo y alimentándose con comidas elaboradas previamente han hecho que Félix y Alberto hayan degustado el menú que les han preparado los cocineros nepalíes Maila y Tortchi con las mismas ganas que en un buen restaurante.
La base han sido las verduras y sobre todo el talbat, un plato típico de Nepal elaborado a base de arroz y lentejas. La ducha y el afeitado han sido los otros dos lujos asiáticos que se han permitido en esas primeras horas de contacto con el campo base. En un primer momento han podido comprobar el alcance de las molestias que Félix había sentido en las yemas de los dedos de los pies, debido a las bajísimas temperatura que sufrieron en la cumbre del Manaslu. El mayor de los hermanos Iñurrategi no presenta ninguna secuela y todo ha quedado en un pequeño susto.
Peor suerte ha tenido el montañero aragonés José Garcés, quien consiguió hollar la cumbre del Manaslu el mismo día que los Iñurrategi, con una diferencia de dos horas aproximadamente. Garcés ha solicitado un rescate por helicóptero que le lleve a Katmandú, donde pueda embarcarse cuanto antes en un avión que le traslade a casa para tratarse de los síntomas de congelación que presenta en seis dedos de los pies.
La petición del rescate se estaba relizando a mediodía de ayer, con la esperanza de que se llevase a cabo lo antes posible. Una vez comprobado que Félix Iñurrategi no presenta problemas de salud, el plan de los hermanos de conseguir dos ochomiles esta primavera sigue adelante. Ayer tenían previsto partir del campo base con dirección a Somagón, un poblado nepalí situado a 3.500 metros. Allí descansarán cuatro o cinco días, para después solicitar un helicóptero que les traslade a las faldas del Annapurna (8.091 metros).
Como llegarán ya aclimatados, la infraestructura para la subida será mínima. A la primera oportunidad, intentarán llegar a la cumbre desde abajo directamente. El Annapurna presenta siempre riesgo de avalanchas, por lo que es conveniente hacer el menor recorrido posible. Si todo va bien, en el verano, entre junio y julio, será el turno para el Gasherburn I (8.047 metros) y el Gasherburn II (8.035), situados en Pakistán, con lo que completarían los 14 ochomiles del planeta.
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