Los socialistas exigen a Barberá un "plan de choque" para ejecutar inversiones pendientes

La liquidación del presupuesto municipal del Ayuntamiento de Valencia pone de manifiesto que el equipo de gobierno sólo ha ejecutado la mitad de las inversiones previstas para el año 1999. Pero las modificaciones introducidas sobre el presupuesto de inversiones a lo largo del año demuestran que el problema se arrastra desde hace tiempo. Dadas las circunstancias, el concejal socialista Juan Soto exigió ayer a la alcaldesa, Rita Barberá, del PP, que ponga en marcha un "plan de choque" para afrontar las inversiones pendientes desde hace años para diversos equipamientos urbanos. El presupuesto inicial de inversiones del Ayuntamiento de Valencia durante 1999 se elevaba a 13.175 millones. Pero la incorporación de remanentes de ejercicios anteriores, correspondientes a gastos previstos y nunca ejecutados, por un montante total de 23.156 millones, elevó el presupuesto definitivo a 36.332 millones, casi el triple de lo previsto inicialmente. A lo largo de 1999, el equipo de gobierno reservó 27.546 millones para diversas inversiones, pero apenas ejecutó 17.602, menos de la mitad del presupuesto disponible.

Soto comentó que las cifras ponen de manifiesto una tendencia sostenida a las "promesas engañosas" por parte del equipo de gobierno que sólo consiguen defraudar a los ciudadanos.

Los socialistas afirman que el Ayuntamiento asume compromisos por encima de sus posibilidades y sugieren que sólo un plan coordinado desde la alcaldía permitiría recuperar el tiempo perdido. Soto explica que entre los 434 proyectos de inversión previstos para 1999, 52 han estado detenidos y sus expedientes no han avanzado en absoluto -"no se ha movido ni un solo papel"-, mientras que otros 152 han sido previstos, pero no han pasado a la fase contable de obligación.

El Ayuntamiento también demuestra escasa capacidad para gestionar los ingresos procedentes de otras administraciones, aunque en ese caso la responsabilidad es compartida.