Y LA NAVE NO VA
Esta vez, contradiciendo a Federico Fellini, la nave no va. Ni a la tercera ha ido la vencida. Todos los esfuerzos para hacer navegar la réplica de la embarcación usada por Pedro Alvares Cabral para descubrir la actual tierra de Brasil han sido inútiles. La nave, confecionada con madera y fibra de vidrio, tiene 28 metros de eslora por ocho de manga y desarrolla una velocidad de seis nudos (12 kilómetros por hora). Tenía que haber sido la guinda de las celebraciones oficiales de los 500 años del Descubrimiento, el sábado pasado en Porto Seguro, lugar donde había desembarcado Cabral, y no llegó. Otras dos tentativas posteriores resultaron también inútiles. La última fue ayer, en la que la nave estuvo a la deriva durante 40 minutos. Ayer los indios dijeron con humor amargo que la verdadera causa del fracaso de la nave es que se negó a ir al lugar del Descubrimiento de cuyos festejos habían sido excluidos ellos, que eran los dueños de esta tierra cuando a ella llegaron los portugueses.-