Engrosadora santa
Con la Pasqua Florida regresa la carnalidad y, con ella, el columpiarse en un sagrado árbol. Tenían que ser catorce mágicas engronsades, diez lentas y cuatro más rápidas y al ritmo de: La gallina blanca tot ho escampa, la gallina rossa tot ho esmossa, la gallina negra tot ho arreplega. Un rito con apariencia de juego inocente que aparecía por Carnaval, prohibido durante la Cuaresma, y, de nuevo, practicado esta semana (y hasta la Santjoanada) festiva, con merienda diaria de mona entre una naturaleza de fecundidad ascendente. En Calabria engronsar-se se considera devoto; en Grecia se columpian en san Jorge y los estonianos en san Juan, que qui s'engronsa creix més d'un pam. Conserva el carácter religioso -que incluía el sexo- que tuvo para griegos y romanos, relacionado con cultos solares y ritos agrarios de fertilidad; favorecía la reproducción y la plenitud sexual: Engronsant, engronsant, es troba galant.Liturgias de gentiles que seguro que no le hacían ni pizca de gracia a san Cleto (90), tercer papa, peligroso honor que acababa en el circo, cuando el Vaticano era un cementerio y la Iglesia una clandestina secta prohibida que cabía en un par de cuadrigas. Le gustase o no, con engronsadores se celebraba hoy en La Vall de Bianya, entre los montes Capsec, Clocalou y Malforat, santa Exuperancia (380), beata virgen de Troyes, sí, vírgen. La patrona de las mujeres de vida lliure es María Egipciaca (422), que ejerció en casas de relax y esquinas de Alejandría hasta que la retiró María la Virgen con lavado en el Jordán y secado en el desierto. A santa Exuperancia, experta en aguas, se le cantaba: De les aigües tresorera, per remediar al sedent que en vós espera; en esta gran sequetat, lo llanto un reg formaria; envieu aigua al consternat.
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