Clemente tenía razón: la pelota había salido

En una Liga en la que la polémica arbitral no encuentra descanso, es inevitable que el líder se vea salpicado por ella. Así lo creyó durante un tiempo Lendoiro, que lo denunció reiteradamente. Ayer, en cambio, no se quejó. Hubiera sido absurdo que lo hiciera tras contemplar cómo nació el primer gol del Deportivo, el de Makaay. Parecía escaparse el balón por la banda y a fe que se escapó. Schurrer se lanzó a por él y consiguió golpearlo, pero aquél ya había rebasado la línea de cal. No lo consideró así el árbitro y tampoco su auxiliar de aquella banda, que difícilmente pudo verlo dado que Schurrer tapaba con su cuerpo la pelota. Quienes lo vieron claro fueron los jugadores de la Real, que protestaron. Y más claro aún lo vio Clemente, cuyo banquillo estaba justo en esa zona, lo que le llevó a señalar con sus manos, de manera gráfica, que la pelota había salido. Incluso especificó, exageradamente, cuánto: medio metro, más o menos.