"No actuaremos como gente herida que dice no a todo"

Coordinador general de Izquierda Unida con fecha de caducidad, Antonio Romero ( Humilladero, Málaga, 1955) afronta una nueva etapa como portavoz de esta formación en el Parlamento de Andalucía al frente de un grupo de seis diputados y tras el revés sufrido por la decisión del PSOE de renovar su acuerdo con el PA. Pregunta. ¿En el anunciado no a la investidura de Chaves IU actúa con despecho?

Respuesta. No, actuamos en consonancia con la campaña electoral y con nuestra estrategia de la unidad de acción de la izquierda. Votamos que no porque Chaves, en vez de abrir un diálogo con IU, ha pactado con Alejandro Rojas-Marcos, es decir con la parte más derechista y especulativa del Partido Andalucista. No votamos que no a Chaves, votamos que no a un gobierno de Chaves con Rojas-Marcos.

P. Dicen algunos dirigentes del PSOE que será difícil explicar ese voto negativo.

R. Explicarlo es muy fácil. Chaves tenía dos opciones y ha optado hacia el centro y hacia la derecha. Nosotros denunciaremos que a partir de esa decisión, Chaves está poniéndole una alfombra a Teofila Martínez para que alcance la presidencia de la Junta. Hay un precedente histórico: el acuerdo de Felipe González más Pujol fue Aznar en la Moncloa; el pacto de Chaves más Rojas-Marcos es Teofila Martínez en San Telmo.

P. Pero IU podría abstenerse,tras una campaña con continuas llamadas a la unidad.

R. Esa fue la estrategia del PSOE. Por lo que conocemos, hizo el siguiente cálculo. Llegar a un pacto con el PA y luego acuerdos puntuales con Izquierda Unida, o lo que es lo mismo, que fuésemos de palmeros del pacto. De esa forma pretendían conseguir la abstención de IU en la investidura de Chaves y así nos lo hicieron llegar. Hemos perdido votos, pero no la dignidad. ¿Dónde está escrito que debamos apoyar a Chaves, tras pactar con el PA?

P. Igual es que tampoco hay química entre usted y Manuel Chaves, como no la hubo entre González y Anguita.

R. No, no. No se trata de un problema de química. Hay un problema de contenidos, que tendrá que resolverse porque la unidad de acción de la izquierda se va a abrir camino y pasará por encima de aquellos que no la quieren. Es más, yo creo que el acuerdo del PSOE y del PA es un pacto precario y no descarto que a lo largo de la legislatura pueda cambiar la situación. Vamos a trabajar en ello y no descarto que haya un gobierno plural de la izquierda en Andalucía en esta legislatura.

P. Todavía no lo descarta, a pesar de que anunció que no estarían de segundo plato.

R. No hay que descartarlo, la legislatura debía haberse iniciado así, pero no lo han querido los dirigentes del PSOE. Incluso tuvieron el mal gusto y el poco detalle de no comunicarnos su decisión de pactar con el PA, que conocimos por los medios de comunicación.

P. ¿En qué situación queda IU en el Parlamento andaluz?

R. Haremos una oposición clara y nítida desde la izquierda. Estaremos con más presencia en los movimientos sociales que en la institución, porque sobre todo queremos volver a nuestras raíces. Una oposición nítida pero con la mano abierta al diálogo, porque las iniciativas que coincidan con nuestro programa y sean beneficiosas para los andaluces tendrán nuestro apoyo. Nosotros no actuaremos como gente herida que dice que no a todo. El discurso del no a todo ya no vale. Estaremos abiertos al diálogo, al compromiso parlamentario en cuestiones concretas, pero sin que intenten meternos por la puerta falsa de un acuerdo alcanzado por otros. Además, el grupo parlamentario de IU será la punta de lanza de la oposición en Andalucía al gobierno de José María Aznar.

P. Es casi como renunciar a ser oposición al gobierno de Manuel Chaves, esa decisión de poner las miras hacia Madrid.

R. Habrá oposición a Chaves desde la izquierda, porque su giro al centro nos deja un amplio espacio libre, enorme. El de la izquierda coherente y consecuente. Con modestia y humildad vamos a cumplir el papel de ser el referente de la izquierda transformadora en Andalucía. Al que será de nuevo presidente del Gobierno andaluz le temblaron las piernas, tuvo miedo y prefirió el blindaje matemático del PA. Eso no responde a los intereses de Andalucía.

P. ¿Será una legislatura difícil para Izquierda Unida?

R. Será difícil porque el mapa político es complicado y porque nosotros nunca lo hemos tenido fácil en ninguna institución. Nuestro propósito fundamental será cambiar el modelo de confrontación con el Gobierno central de la pasada legislatura, que ha fracasado. Era un modelo de escandalera mediática y de recursos en los tribunales, pero no fue un modelo que movilizara al pueblo andaluz en torno a sus derechos y a sus reivindicaciones. Hay que ir a la movilización, a la movilización pacífica, para reclamar la deuda histórica, el censo real o mayores competencias. Y eso hay que hacerlo en un momento político en el que el PP tiene mayoría en el Gobierno central.