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Urbanismo anuncia que el matadero de Arganzuela será el "Guggenheim madrileño"

"El Guggenheim madrileño estará en el matadero de Arganzuela", anuncia el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río (PP). Uno de los viejos proyectos municipales, el de convertir el viejo matadero en un inmenso centro cultural y de ocio, tiene fecha. En octubre se convocará un concurso. El dinero también parece garantizado. Al menos eso dice el edil, que asegura que el Ministerio de Cultura dispone de cerca de 18.000 millones para ponerlo en marcha. Tendrá, además, mayor extensión de la prevista, ya que las naves municipales de la plaza de Legazpi entrarán en el plan.

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Desde 1998, fecha en que en el matadero de Arganzuela dejaron de sacrificarse animales y las 11 gigantescas naves quedaron vacías, sólo útiles para rodar películas de misterio, los responsables de Urbanismo del Ayuntamiento han hecho planes para esa esquina de la ciudad. En 1998, el ex concejal de Obras Enrique Villoria quiso convertir el conjunto en el "Covent Garden" madrileño, con tiendas, cines y restaurantes. Pero los años pasaban y las naves languidecían. El municipio se limitaba a invertir pequeñas cantidades de dinero, a razón de un centenar de millones al año, para evitar que las naves, construidas a principios de siglo, se vinieran abajo.El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, ha anunciado que ya tiene las soluciones para revitalizar este plan. Del Río, que se confiesa admirador del Guggenheim bilbaíno, sostiene que la réplica madrileña del edificio de Frank Gehry hay que buscarla en este proyecto. "El Guggenheim madrileño se esconde en la reforma del viejo matadero de Legazpi", lugar en el que en su tiempo se llegó a sacrificar más de mil vacas al día. El concejal de Urbanismo, además de coleccionar proyectos que distintos grupos empresariales le han enviado para aprovechar estas naves, ha encargado al arquitecto Antonio Fernández Alba un "plan especial" para el matadero. En él, el arquitecto dejará claro qué espacios se pueden utilizar para uso cultural y dónde se podrán instalar restaurantes, cines u otros locales de ocio. "Está claro que eso no se puede llenar de hamburgueserías o tiendas del Coronel Tapiocca", dice el concejal.

Fernández Alba, además de elaborar este plan especial, que servirá, en palabras del concejal de Urbanismo, "para delimitar el terreno de juego", ya ha remitido al Ayuntamiento un primer proyecto que prevé la ubicación, en una de las viejas naves, del Museo de Antropología, que ahora se encuentra en la glorieta de Atocha. Este museo necesita más espacio debido a que buena parte de sus fondos están almacenados en salas del Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad Universitaria. "Pero aún no sabemos qué va a ir allí; lo que hemos encargado a Fernández Alba es que diseñe más el continente que el contenido", aclara el concejal.

Del Río adelantó una novedad al proyecto primigenio: las antiguas dependencias del mercado de frutas y verduras, sitas en la plaza de Legazpi, que albergan en la actualidad la sede central del Samur y los despachos de los sindicatos del Ayuntamiento, se unirán al plan. Es decir, a los 50.000 metros cuadrados que ocupan las 11 naves se sumarán los aproximadamente 20.000 metros que ocupan las dependencias municipales de la plaza de Legazpi. "Para ello, previamente, claro, habrá que buscar un nuevo emplazamiento para los usos actuales", explicó.

Empresa privada

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Villoria sostenía que la empresa privada debía aportar buena parte de los fondos para poner en pie el centro. Del Río guarda un as en la manga: "Hemos hablado con el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, y nos ha asegurado que el ministerio dispone de 18.000 millones de pesetas, procedentes de fondos europeos, que podrían utilizarse para financiar las obras". Del Río está dispuesto a convocar en octubre un concurso para que se presenten proyectos concretos basándose en el plan de Antonio Fernández Alba. "El proyecto va con retraso, van más despacio de lo que quisiéramos, pero también es verdad que hay que hacerlo con cuidado", dijo.

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