T-Online excita el afán bursátil de los alemanes

No era precisamente el momento idóneo para sacar a bolsa otra empresa .com, pero Deustche Telekom no se amilanó ante los malos tiempos bursátiles y lanzó este lunes un 10% de su filial para Internet al parqué. En dos días, las acciones de T-Online, el mayor proveedor de acceso a Internet de Europa y segundo del mundo, se han revalorizado un 45,7%. Se estrenaron a 27 euros, y ayer valían 39,36. El éxito de la operación despeja, un poco al menos, el horizonte de algunos valores tecnológicos. Pero, sobre todo, confirma la explosión inversora que se vive entre los alemanes, en especial los jóvenes, ávidos del juego de la Bolsa en general, y por los valores tecnológicos en particular.Nunca antes un valor había sido tan solicitado en la Bolsa de Fráncfort: se emitieron 984.000 órdenes de compra, la mayoría de pequeños inversores. Sólo a través de los bancos se tramitaron el día del debú cuatro millones de órdenes, según se informó ayer. La mayoría de las solicitudes provenía de jóvenes que invertían en Bolsa por primera vez y de inversores fieles que ya habían confiado sus ahorros a la operadora y que estaban ansiosos por conseguir otro trocito de una de sus empresas favoritas.

¿Qué ha hecho Deutsche Telekom para merecer tanta suerte? No es la primera vez que la empresa despierta el espíritu inversor de los alemanes. Sucedió algo parecido cuando la operadora sacó su primer paquete de acciones a Bolsa en 1996. Y en el caso de T-Online se une la atracción por los valores tecnológicos en un país en el que cinco millones de ciudadanos tienen acciones, un millón más que en la década pasada. La reciente salida de una filial del grupo industrial Siemens ya había levantado pasiones. Las pequeñas cajas de ahorros de las zonas rurales vieron entonces cómo las órdenes de compra corrían a todo trapo hacia la ciudad.

Pero no todo el éxito de la salida de T-Online se debió sólo a la facilidad con la que un alemán confía sus ahorros a los mercados. El factor fidelidad ha jugado su papel. En Alemania es usual oír comentarios sobre lo bien que trabaja Deutsche Telekom. Algunos matrimonios reconocen que si se han casado es, en parte, gracias a los suculentos beneficios que les ha proporcionado la operadora de telefonía en los últimos cuatro años.

La lealtad incondicional ha jugado su papel, pero sobre todo porque los responsables de T-Online han entendido que el éxito de la salida a Bolsa dependía, en buena parte, de los pequeños inversores. Los bancos de inversión de Deutsche Telekom, encabezados por el Dresdner Bank y Goldman Sachs, redujeron el precio de oferta inicial de unos 40 euros hasta un precio más asequible para todos los bolsillos (27 euros). No se han equivocado: el interés entre los inversores institucionales fue modesto, según los bancos. La salida airosa de T-Online tendrá repercusiones también fuera de Alemania. Los analistas coinciden en que, en pleno debate sobre las reglas de la nueva economía, el éxito de T-Online demuestra que el atractivo de los valores tecnológicos no ha desaparecido.