"¿Vienes para ver la hecatombe en directo?"
La apertura de Wall Street registró ayer récords de audiencia entre los inversores en Madrid, marcados por el signo de la duda. "¿Vienes para ver la hecatombe en directo?", comentaba un operador de una firma especializada en valores tecnológicos a un cliente que no pudo aguantar en casa. No llegó a tanto, pero muchos de los que han visto estos días cómo las viejas reglas aún influyen en la nueva economía no quitaron el ojo de las pantallas de cotización con la esperanza de hallar la pista para la mejor compra.La Bolsa se ha convertido en un juego popular. Una cincuentena de pequeños inversores tomó ayer posiciones, a las tres y media de la tarde (hora española), momento de la apertura de Wall Street, frente a las pantallas del espacio que una sociedad de Bolsa ha habilitado en Madrid para los que no quieren perder de vista su dinero y dar órdenes de compra o venta al instante. "Venga, venga, corre más, sube otro poquito más", era lo más repetido. Cualquiera los confundiría con un grupo de amigos que ven un partido de fútbol.
El pánico vendedor de la semana pasada dio ayer paso a la duda: ¿qué y cuándo comprar? "Estoy nervioso, no puedo hacer lo que quería", dice uno. ¿El qué? "No te lo puedo decir". Los inversores suelen ser bastante discretos.
Con el mercado en rojo desde hace dos semanas, ahora hay que sobreponerse. "Nos ha pillado", se lamenta un inversor en la Bolsa de Madrid. La rapidez es un factor exclusivo de las últimas crisis. "Tranquilidad, tras las vacaciones, los inversores vendrán con ideas nuevas", aconseja Nicolás Fernández, de Ibersecurities.
Superar el mal trago
La receta de los analistas para superar el mal trago: comprar valores de empresas sólidas a precios de rebaja. "Lo más importante es diversificar la inversión y apostar por las garantías que ofrecen, por ejemplo, Telefónica o las eléctricas", recomienda Alfonso Treviño, de AB Asesores, a sus clientes, que llaman sin saber qué hacer tras un fin de semana de meditación forzosa.
No hay acuerdo sobre la gravedad de las caídas de estos días. Algunos creen que la Bolsa es víctima de la juventud de estos valores. "El inversor tiene motivos para dormir mejor; las subidas no podían continuar sin un ajuste", asegura Treviño. Enrique Castañeda, de Merrill Lynch, disiente: "El Nasdaq ha caído un 35% en dos semanas; eso sí que es un crash". Pero todos coinciden en que los valores tecnológicos son el futuro.
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