Aznar impone la continuidad en el Grupo Parlamentario Popular

José María Aznar, después de estudiar las diversas opciones que le fueron planteadas, ha optado por la continuidad en la formación de los grupos del PP tanto en el Congreso como en el Senado. El presidente del Gobierno en funciones entiende que los dirigentes de su partido que se fajaron en la anterior y complicada legislatura, cuando tenía una mayoría insuficiente y unos socios nacionalistas díscolos, merecen seguir en sus puestos. Así, ha reducido al mínimo los cambios, sobre todo en la Cámara baja.

José María Aznar ha frenado incluso la sustitución del número dos del grupo popular, Gabriel Cisneros, uno de los padres de la Constitución, que había sido contemplada por algunos dirigentes del PP. Por otra parte, Rosa Estarás ha quedado apeada de las quinielas sobre el nuevo Gobierno al integrarse en el grupo para ocupar una de las portavocías adjuntas.El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, que repite como tal, barajó varios nombres para cada uno de los puestos de la dirección del grupo, que hoy se va a constituir oficialmente. Esas alternativas le fueron planteadas esta pasada semana al presidente y éste fue el que determinó que, si ha funcionado hasta ahora, no merece la pena cambiar el grupo. Así, tan sólo ha permitido pequeños ajustes. La mayor renovación se ha aplicado en el Senado con la presencia de cinco mujeres en los 12 puestos en disputa.

La única cuota femenina en la dirección de los diputados populares, que en la anterior legislatura recayó en María Jesús Sainz, ahora nombrada miembro de la Mesa del Congreso, fue reservada para Estarás.

Esta diputada mallorquina, que fue vicepresidenta y consejera en Baleares con el Gobierno del polémico Gabriel Cañellas, optaba en la mayoría de las especulaciones a una plaza en el próximo Gobierno de Aznar. Se hablaba, en concreto, de la nueva cartera de Bienestar Social.Pero esa alternativa ya no se producirá.

El único cambio relevante en el grupo popular se ha dado en el portavoz adjunto para Asuntos Económicos: antes lo era Ramón Aguirre y ahora lo será Vicente Martínez Pujalte.

Aguirre ha sido elegido por Rodrigo Rato, el todopoderoso vicepresidente económico, para alguna función ejecutiva en su entorno del Gobierno. Martínez Pujalte, aparte su sintonía con el equipo de Rato, procede de la Comunidad Valenciana. Su presidente, Eduardo Zaplana, uno de los barones en alza, ha logrado situar a muchos de sus dirigentes en lugares de relevancia en los órganos de dirección del Congreso, el Senado y, seguramente, del futuro Ejecutivo.

La única incertidumbre en la selección de la dirección parlamentaria se ha circunscrito a la figura del número dos, el secretario general del grupo, cargo hasta ahora reservado al veterano Cisneros, uno de los padres de la Constitución de 1978.

Fuentes del PP aseguraron que tanto desde la dirección del partido como desde la del propio grupo se sugirieron otras posibilidades para ocupar ese puesto. Pero Aznar las descartó. Tanto él como sus más estrechos colaboradores en La Moncloa mantienen una fluida relación con Cisneros, al que se atribuye gran capacidad de maniobra en la redacción de los discursos políticos más importantes del presidente.

Los restantes cargos cuyos titulares no varían son los siguientes: Manuel Núñez, el único diputado que ha ocupado escaño en todas las legislaturas, como portavoz adjunto; Ignacio Gil Lázaro, como coordinador de Comisiones, y Álvaro de la Puerta, como tesorero en el Congreso y el Senado.