Artur Mas rechaza ampliar la colaboración con el PP

El consejero de Economía y Finanzas, Artur Mas, rechazó ayer la petición del PP de pasar a una segunda fase de colaboración tras su apoyo a las enmiendas a la totalidad, que permitió al Gobierno de Jordi Pujol superar el debate parlamentario de los Presupuestos de la Generalitat para el año 2000. Mas dijo que CiU sólo busca apoyos concretos del PP y añadió que también de ERC, ya que su capacidad para gobernar en minoría "continúa intacta", en palabras del consejero. En paralelo, Josep Lluís Carod Rovira, secretario general de ERC, afirmaba que el diálogo con CiU no está roto y que él está dispuesto a llegar a acuerdos futuros con CiU en el Parlament en lo que queda de legislatura, aunque ha advertido que endurecerá sus condiciones a partir de ahora.

Mas se esforzó en aparentar una equidistancia hacia apoyos tanto del PP como de ERC y añadió que no quieren mantener un diálogo en exclusiva con los populares. "Aunque reconocemos que el PP, dando apoyo a los presupuestos, ha ganado un poco de terreno en cuanto a las posibilidades de diálogo con el Gobierno, pero eso no significa que vayamos a cerrar un acuerdo de legislatura con ellos", dijo Mas.

Josep Huguet, portavoz de ERC, calificó de "cínica" la actitud de CiU, mientras que Carod lanzaba un llamamiento a favor de "un gran acuerdo nacional" entre todos los partidos catalanes, que sea el interlocutor con Madrid y que sustituya la posible "alianza" entre CiU y el PP.

"Jordi Pujol sólo tiene dos salidas", a juicio de Carod Rovira, "o disuelve el Parlament -lo que no me imagino que haga en su último mandato- o se va no hacia una mayoría aritmética, sino a una mayoría de verdad que pueda conducir el destino de este país".

El diputado del PP y portavoz en el debate de presupuestos, Josep Maria Fabregat, afirmó que su partido no se opondrá a que CiU cierre acuerdos concretos con ERC "mientras no contradigan" los del PP, aunque advirtió que si llama a la puerta de Esquerra "puede encontrarse dentro con una trampa".

Los 68 votos de CiU y el PP sumados trituraron el enorme número de enmiendas que presentaba la oposición a los presupuestos de cada departamento, y de nuevo pudo "verse la dependencia que CiU tiene del PP", como dijo ayer Joan Boada, de IC-V.

Las estrellas del debate de ayer fueron los presupuestos del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, que dirige Antoni Subirà y que captó duras críticas de los diferentes portavoces de la izquierda parlamentaria, como Josep Coflent y Miquel Barceló, del PSC-Ciutadans pel Canvi, y José Luis López Bulla, de IC-V.

La diputada del PSC-Ciutadans pel Canvi Marina Geli dijo que los presupuestos de Bienestar Social "son continuistas y desprecian a los ayuntamientos". La diputada lamentó que el incremento real del presupuesto de este año con respecto a la liquidación del de 1999 sea "tan sólo del 0,6%" y propuso un presupuesto alternativo con una inversión de 24.000 millones de pesetas en servicios sociales para esta legislatura. Si se llevara a cabo esta propuesta, supondría una inversión de 6.000 millones para este año, lo cual triplicaría la cifra presupuestada.

Geli acusó al Gobierno catalán de dar prioridad al gabinete de la consejera de Bienestar Social con incrementos de más de 5.000 millones, derivados de que el salario de los altos cargos ha sido aumentado en un 42,4%, cuando el incremento salarial del resto del personal es del 5,9%, y criticó que este gabinete "siga disponiendo de un importante presupuesto para repartir subvenciones".