China hace una purga entre intelectuales acusados de 'occidentalistas'

La colocación en una página de Internet de un ensayo obra de uno de los más prominentes académicos chinos, en el que pedía una reforma política, ha provocado que el Gobierno de Pekín haga una purga a la antigua usanza de funcionarios sospechosos de secundar los valores liberales de Occidente y las privatizaciones. La campaña ha provocado el despido de cuatro importantes miembros de la Academia china de Ciencias Sociales.

En lo que parece una vuelta atrás a las luchas políticas de hace varias décadas, se han publicado duros ataques contra los funcionarios a los que -sin citarlos por su nombre- se les acusa de "occidentalización" y fracaso en el seguimiento de la doctrina marxista.Uno de los ataques verbales contra los disidentes fue el discurso pronunciado por el presidente chino, Jiang Zemin, publicado posteriormente en el Diario del Pueblo. También destaca un editorial del Diario de Guangming, que jugó un papel clave durante las campañas políticas de la Revolución Cultural hace 30 años.

Esta purga parece algo inusual en la China del año 2000. A pesar de que las autoridades luchan duramente contra cualquier clase de desafío político -insistiendo en el control sobre todo tipo de organizaciones, como iglesias o el movimiento filosófico espiritual de Falung Gong-, el Gobierno mismo ha puesto en marcha la reforma económica y una relajación en el control social, precisamente lo que las víctimas de la actual purga estaban animando.

Amenaza

Lo ocurrido es una indicación de cómo el Partido Comunista se siente amenazado por los cambios continuos que se están produciendo en China. Por ejemplo, en las últimas dos décadas, el 60% de la producción industrial ha pasado de estar en manos de empresas controladas por el Estado a otras sin el citado control. También es interpretado como un intento de Jiang de utilizar el marxismo como un medio para evitar la reforma política, que muchos chinos consideran debería ser el siguiente paso en la modernización.