EEUU ofrecerá la residencia a más de 500.000 inmigrantes ilegales
La Administración Clinton, en un inesperado giro de su política sobre inmigración, se propone ofrecer residencia legal a más de 500.000 inmigrantes ilegales que quedaron al margen de la amnistía ofrecida en 1986. La propuesta, en caso de ser aprobada por el Congreso, afectaría al 8% de los cerca de 6 millones de inmigrantes irregulares que residen en EEUU, según reconocen fuentes oficiales. "Es una miniamnistía", dijo Frank Sharry, del Foro de Inmigración, un grupo de abogados de inmigrantes.
La Ley propuesta se basaría en un oscuro decreto de la ley de inmigración, que ofrece residencia legal a todos los inmigrantes que, de manera continuada, han vivido en Estados Unidos desde 1972 y que han demostrado tener buen carácter moral. La medida actual cambiaría la fecha de 1972 por la de 1986. "Es una medida ampliamente conocida en la comunidad inmigrante latina. La gente está excitada ante la perspectiva de que personas que han estado aquí durante un largo tiempo y que trabajan duro sean recompensadas por sus esfuerzos".
La propuesta de la Administración estadounidense fue revelada por el vicepresidente, Al Gore, el pasado 30 de marzo, en un anuncio que recibió una extensa cobertura por parte de los medios de comunicación hispanohablantes, pero poca en el resto. Las posibilidades de que la propuesta goce de un paso rápido por el Congreso parecen escasas, pero funcionarios de la Administración señalaron que tratarán de añadir la medida como una enmienda a la ley que incrementará el número de visados para trabajadores cualificados. Se espera que esta ley obtenga la aprobación del Congreso.
Año electoral
La propuesta sirve para reflejar el esfuerzo de la Administración Clinton en un momento en que los votantes -y contribuyentes a las campañas- de origen latino y asiático están creciendo rápidamente. El destino de los millones de inmigrantes en situación irregular en Estados Unidos tiene su repercusión en aquellos que han obtenido la ciudadanía y pueden votar. Con la economía estadounidense todavía en expansión y la tasa de desempleo más baja de las últimas décadas, los sentimientos contra los inmigrantes parecen estar mitigados. "Este es un año electoral y parece que se presta más atención a los hispanos", reconoció un funcionario de la administración que pidió permanecer en el anonimato. "Y no hace daño que los hispanos sepan que es Gore quien ha propuesto esta solución".
Una de las intenciones del Gobierno estadounidense es resolver los recursos de unos 350.000 inmigrantes, que aseguran haber sido desanimados a pedir acogerse a la amnistía de 1986. La razón que se les expuso fue que habían tenido pequeñas ausencias del territorio de EEUU. También afectaría a otros 150.000 inmigrantes que no han planteado acciones legales.
Hasta ahora, los abogados del Gobierno habían luchado contra los recursos interpuestos por los inmigrantes en los tribunales. Hasta el pasado 30 de marzo, los miembros de la Administración Clinton insistían públicamente en que las reclamaciones debían resolverse en los juzgados.
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