Aranyes i teranyines
No es de buen agüero el frío abrileño: Gelada d'abril, fam a desdir. Le temía nuestro pueblo más que a un jinete del Apocalipsis: Gelada d'abril, fam per tot l'any. Si unos portan el sayo hasta el cuarenta de mayo, otros, per l'abril no et lleven ni un fil. Tampoco es bienvenida la nieve: Neu per l'abril, any del no res. Sin embargo, ni estos fríos ni la penitencial pasión -hoy, santa Celeriana mártir, tercer dolor de María (el tinguereu perdut,/ i el trobareu en lo Temple/ disputant entre els sabuts) y san Ezequiel, profeta judío del IV antes de JC en el campo de concentración de Babilonia, a pesar de la espera negrura vislumbrada primaveras en que los secos huesos volverían a la vida- han podido impedir la excitación extrema de la natura; los grillos y cigalas estan atacados de amor y guilladura; hasta las arañas; no paran con sus telas.: racné de Lidia cursó estudios de corte, confección, hilado y bordado en la escuela-taller de Atenea. Adquirió reputación, excelente, pero, becaria desagradecida, no quería deber a nadie su arte y desafió a la maestra divina. Ganó la discípula y una encolerizada Atenea le rompió el tapiz y la chula doncella se ahorcó y la diosa impidió su muerte, metamorfoseándola en araña. (Ahora las combatimos emplacablemente, sin embargo han sido signo de buenaventura; las casas ricas lucían imitaciones de luces y vidrios, para acrecentar su tesoro, y en los corrales se cuidaban sus tejidos por creer que daban salud a los animales, incluso se invocaba a san Félix mártir, para obtener teranyines abundantes y tupidas: una aranya al migdia, riquesa et crida; quan fila tard, goig acabat). Medusa devoradora reina en su red de ilusiones y desgracias; con su propia sustancia hila y teje el equilibrio del cosmos, el velo del destino y de la vida.
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