_
_
_
_

Condenado a 22 años por atracar y matar a un septuagenario

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Fernando P. F. a una pena de 22 años de prisión por haber atracado y matado de una puñalada a Ángel C. G., de 70 años, cuando éste se encontraba, el 13 de marzo de 1999, junto a su esposa en el portal de su casa, en la calle de Montesa de Madrid. Según la sentencia de este tribunal, Fernando P. F. es condenado a 17 años de prisión por un delito de asesinato, al considerar "la larga historia delictiva del encausado", y a otros cinco por uno de robo con la "agravante de reincidencia y atendida la gravedad del hecho", aunque recuerda el límite máximo de cumplimiento de veinte años. Asimismo, obliga al inculpado a indemnizar a la viuda del fallecido con 12 millones de pesetas, y a cada uno de sus hijos con dos millones. Los hechos probados señalan que, sobre la una de la madrugada del 13 de marzo de 1999, el fallecido y su mujer entraron en el portal de su casa de la madrileña calle de Montesa y "fueron abordados" por Fernando P. F., de 28 años, quien, "aprovechando el sistema de cierre retardado de la puerta, se había introducido en el portal".

El inculpado "les exigió" la entrega del dinero que portasen, "manteniendo visible en su mano derecha una navaja o cuchillo", ante lo cual Ángel C. G. le dio lo que llevaba en el bolsillo, pero el asaltante no se conformó y les pidió "el oro". La mujer del fallecido, Amparo L. L., se disponía a quitarse uno de sus anillos cuando el inculpado asestó "una cuchillada o navajazo en el hemitórax izquierdo" que le causó la muerte 25 días más tarde.

Cayó desplomado

Mientras el matrimonio llegó hasta el descansillo de su vivienda, donde Ángel C. G. "cayó desplomado", Fernando P. F. huyó. Durante el juicio, éste declaró que el día de los hechos se encontraba en la plaza Mayor con su compañera sentimental y su hija.

La Audiencia Provincial considera que "ha quedado demostrado que el encausado, con plena consciencia y voluntad, ejecutó un acto tendente a acabar con la vida de Ángel C. G., que en relación directa causal determinó su muerte". "El hecho de que abandonase a su suerte a la víctima tratando de salir del portal", sostiene este tribunal, indica "que el propósito del agresor era el de segar la vida humana".

Además, estima que en ninguno de los dos delitos ejecutados concurre circunstancia alguna de "atenuación de la responsabilidad por toxicomanía" de Fernando P. F., por "no tener acreditada una auténtica situación de adicción".

El inculpado, que se encontraba en libertad condicional cuando sucedieron los hechos, tras haber cumplido otra condena por robo con intimidación, ya había sido condenado en otras ocho ocasiones por delitos como robo con violencia y delitos contra la salud pública y contrabando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_