Olazábal se despide antes de tiempo
El jueves, cuentan los cronistas, fue uno de los días más duros en la última década del Masters de Augusta. Ayer, rectifican, fue, sin embargo, uno de los más plácidos: apenas viento, greens más generosos, juego más tranquilo. A Severiano Ballesteros, si juzgamos por el resultado, el cambio no le influyó lo más mínimo: +9 el primer día, +9 ayer. A Miguel Ángel Jiménez, si contamos con su resultado y también con su cara de alegría, el cambio le vino bien: +4 el primer día, -1 ayer. A José María Olazábal, juzguemos su cara de sufrimiento, su resultado y su juego, el cambio no le pudo haber sentado peor, al par el primer día, +5 ayer. Ballesteros, evidentemente, no pasó el corte (es la cuarta vez consecutiva que su resultado no le permite jugar el sábado y el domingo en Augusta), hizo las maletas y se olvidó del torneo. Jiménez se fue a comer contento y a practicar un poco. Y Olazábal, que tampoco pasó el corte, deberá quedarse hasta el domingo en Augusta, pero sin jugar, simplemente para imponer la chaqueta verde al ganador de 2000.
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