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Entrevista:FRANCISCO JARAUTACATEDRÁTICO DE ESTÉTICA

"Desde ahora el único espacio político real va a ser la ciudad"

Francisco Jarauta, catedrático de Estética de la Universidad de Murcia y reconocido experto en las expresiones culturales contemporáneas, ha cerrado el ciclo El individuo moderno que el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria ha venido ofreciendo desde principios de año. Jarauta disertó acerca de los problemas de identidad actuales.Pregunta. ¿Por qué la demanda de identidad se ha convertido en un problema en las últimas décadas?

Respuesta. Hay demandas públicas y privadas de identidad que tienen que ver con ese acelerado proceso de transformaciones que ha llevado a que los antiguos referentes simbólicos y culturales se hayan ido erosionando. Por tanto, aparece una cierta ansiedad ante la pérdida de esos referentes. El proceso podría caracterizarse por la denominada globalización: el mapa con el que se organizaba el mundo hace 30 años se ha transformado completamente; no sólo la guerra fría o la división de bloques, sino la propia estructura económico-financiera ha cambiado hacia una enorme concentración del capital mundial, lo que hace que algunas piezas claves de la historia moderna, los estados-nación, se hayan convertido en sucursales de sistemas más complejos. Además, desaparece la política para convertirse en management, centrado en las pequeñas cosas como el plus para los jubilados.

P. En este ámbito aparece la reivindicación de su identidad por parte del perdedor.

R. Este debilitamiento de la identidad tradicional y de sus referentes ha conducido a una planetarización de los nuevos estándares culturales, difundidos por los media, que muestran unos tipos de vida que son iguales para Vitoria que para Shanghai. Al mismo tiempo, existe una resistencia a esto. En el área de las sociedades industriales los problemas de identidad no son tan graves en la medida en que el ciudadano se puede identificar, más o menos, con esas propuestas vinculadas a la sociedad del bienestar. La resistencia verdadera se produce en los lugares que no disfrutan de los beneficios de las sociedades posindustriales. Un extremo de esta oposición podrían ser los fundamentalismos, que no aparecen por razones religiosas, sino donde el tránsito a la llamada sociedad moderna ha fracasado, como en Argelia.

P. En España parece que hay un auge de la demanda local...

R. Las reivindicaciones aquí son más recientes, pertenecientes a una historia muy particular. Esta reclamación tiene que ver más con la integración en Europa, cuando se borran los límites entre los estados. Hay que tener en cuenta que a partir de ahora el único espacio político real va a ser la ciudad. Nos dirigimos a un ajuste de mapas y es entonces cuando el individuo tiene que situarse.

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P. ¿Hay posibilidades para una globalización en la que no se pierdan las identidades particulares?

R. La globalización es un proyecto económico muy acelerado que tendrá sus consecuencias políticas, ya que eso que se llama el "consejo de administración del planeta" está más allá de la democracia y termina por decidir las estrategias de inversión y relaciones políticas. ¿Por qué, si no, hay tanto interés por invertir en la actualidad en Asia y no se dice una palabra de África? Asia es rentable en el circuito de producción. Y luego este nuevo del orden del mundo económico y político llevará a su correspondiente en el campo de la cultura.

P. ¿Qué características tendrá ese nuevo orden cultural?

R. La implantación del llamado modelo americano de vida, que lleva a la consideración de que la vida trivialmente planteada es real, como ofrecen las series de televisión americanas que se difunden en todo el mundo. Hay que tener en cuenta que dentro de la cultura americana no hay nada gratuito: ahí está el ejemplo de la renombrada American beauty, un intento de demonizar el suburbio.

El final de un ciclo

El ciclo El individuo moderno termina hoy en Montehermoso con una doble conferencia/debate a cargo de Jesús González Requena y Jacques Fontanille. Con las aportaciones de estos dos expertos se cierra un recorrido por la modernidad y sus consecuencias a partir de las reflexiones de ponentes como Antonio Escohotado, Javier Echeverría, Jorge Wagensberg, Román Gubern y Francisco Jarauta.Sus conferencias han profundizado en la compleja realidad actual, cada uno desde su perspectiva: desde la defensa de una democracia universal trasparente de Escohotado al estudio sobre las identidades dañadas de Jarauta. Todos han mostrado una preocupación especial por la globalización tecnológica y económica, los avances de la ciencia o ese nuevo espacio que es Internet.

El debate de esta tarde llega de la mano de dos expertos en comunicación: González Requena disertará sobre La pesadilla de Descartes, mientras que Fontanille hablará sobre Innovación, satisfacción y ciencias humanas.

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