Una mujer poderosa siempre en la sombra
Su afán por pasar desapercibida, una consecuencia de la forzosa clandestinidad de otros tiempos, ha restado notoriedad pública a esta mujer poderosa dentro de la izquierda abertzale, donde la cuota femenina en la jerarquía es, además, mínima. Elena Beloki fue la segunda mujer que ocupó un puesto en la ejecutiva de ETA después de que lo hiciera, a principios de los ochenta, María Dolores González Catarain, Yoyes. Beloki accedió a esta tarea relevante dentro de la organización terrorista en 1988, con 27 años, a través del aparato político del que formó parte junto a su entonces compañero sentimental José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, que había ascendido a número uno desde la expulsión de Francia de Domingo Iturbe Abasolo, Txomin. A Beloki se le atribuía la redacción de los comunicados de la banda.Su detención en Bayona, en enero de 1989, junto a Ternera, puso fin a esta etapa clandestina en la que Beloki estuvo en el centro de la dirección política de la banda. Nacida en Llodio (Álava), huyó al sur de Francia en 1981 debido a su presunta vinculación al comando Pagaza, pero su pertenencia a éste nunca se llegó a probar judicialmente. Trabajó en el comité de refugiados, donde se dedicaba a proporcionar alojamiento a quienes llegaban huidos de España y en 1986 formó parte del Biltzar Txipia (Asamblea) de ETA para acceder dos años más tarde al comité ejecutivo en su aparato de propaganda.
Mejor en España
Beloki fue expulsada de Francia en mayo de 1994, un momento delicado por la extrema debilidad por la que atravesaba ETA, que no conseguía levantar cabeza tras la detención de su dirección en Bidart en marzo de 1992. Fue entregada a las autoridades españolas, pese a que sabían que no podían inculparla y debían dejarla en libertad. Fuentes policiales aseguraron entonces que era preferible tenerla controlada en España, a través de sus comparecencias quincenales en el juzgado, que tenerla confinada en Francia.
Desde entonces ha trabajado en la sombra al frente de las relaciones internacionales de HB junto a Gorka Martínez, detenido el pasado 29 de enero, con quien tuvo tensiones por la forma de abordar los objetivos de Xaki. Quienes la conocen aseguran que su carácter fuerte, su conocimiento de idiomas y sus dotes de mando la han permitido situarse al frente de una labor tan relevante como es la imagen internacional. Su habilidad ha estado en ser una desconocida, salvo para los dirigentes abertzales. Ni siquiera llamó la atención en la puerta de la cárcel de Martutene, cuando esperaba la excarcelación de su actual pareja, el miembro de la Mesa Nacional de HB Juan Mari Olano.
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