Serra la vella

No podían con la Cuaresma. Y, no paraban de inventar paréntesis, de proporcionar a la carnalidad excusas. Demasiado larga, excesivo rigor. Hoy, miércoles central, en la mitad de la penitencial estación, en el País Valenciano se diluía la espiritualidad. Los más pequeños recorrían los pueblos con un tronco de árbol, una sierra y una cesta. Con la canasta recogían los donativos para un festivo convite, mientras simulaban que aserraban la soca, serrar la vella, al ritmo de canciones muy sintomáticas: Serra la vella que fa bon serrar,/ tres de pa, tres de vi, tres de carn de bou,/ doneu-nos la paga que ja hem serrat prou./ Doneu-nos cansalada que la serra està esmussada;/ doneu-nos un parell d'ous, que demà serà dijous. La Vella era también la serrada, cargada de bacalao y tantos pies y sardinas como semanas la Cuaresma.Elx expone en las calles ninots de mitjan Quaresma -como los denominan en Castalla- que el pueblo llama adecuadamente Velles serre -y no velles de serra-, del canto: Velles serre, serra vella,/ que es menja l'escudella. En Xixona son monots; en Agost el Dia de la Vella -la Vieja, en Callosa de Segura- se premia el muñeco y la crítica; en Cocentaina es la Festa dels nanos; en Alcoy fueron perots. Picassent festeja el Vell i la Vella, hoy, diada de san Segundo, que no se sabe si fue senador, pero sí martirizado por cuidar las reliquias de los compañeros que lo habían convertido e instruido, en 134 perdió la cabeza en la Padania. El pelele aparece en balcones -como los ninots de tir de Valencia-, puertas y ventanas, siempre unido a la crítica y sátira local. Son las europeas Viejas, Brujas, Judas, Muertes... que personifican el invierno, el año viejo lunar; serradas, quemadas, enterradas, regeneran, resucitan la natura: Març, marçot, mata la vella al racó del foc.