Hallada una bacteria desconocida en una explotación salinera de Alicante La 'Salinibacter', de color rojo, vive en un hábitat extremo
Una nueva bacteria pasará a engrosar el listado del desconocido mundo de los microorganismos. Científicos del proyecto europeo Midas han hallado un organismo en el hábitat límite de la explotación salinera de Santa Pola (Alicante), al que han bautizado con el nombre de Salinibacter. Los expertos confían en la futura aplicación del descubrimiento a la industria biotecnológica.
"En la parte donde se agrupa más sal de la explotación salinera apareció, de manera sorprendente, una bacteria con forma alargada", explicó ayer el catedrático de Microbiología de la Universidad Miguel Hernández de Elche Francisco Rodríguez Valera. Se trata, según el científico, de un "género nuevo" que ha pasado completamente inadvertido para los estudiosos hasta la utilización de técnicas de última generación.El uso de nuevas tecnologías en investigación molecular hacen posible la apertura de nuevos horizontes para este campo. Según Rodríguez Valera, la técnica que emplean es "igual que en medicina forense con el ADN".
Para explicar la similitud de este microorganismo con el más próximo, en términos cuantitativos, el catedrático de Microbiología afirma que sería "como el parecido entre equinodermos y humanos". El investigador de la Miguel Hernández cree que hay una "convergencia evolutiva" entre el microorganismo hallado y las bacterias denominadas cuadradas, que también habitan en las salinas. Las bacterias cuadradas son de color rojo, con un pigmento de 50 átomos de carbono. La Salinibacter también tiene color rojo, pero su pigmento es un carotenoide de 40 átomos. "Alcanza el mismo pigmento, pero con un compuesto químico distinto", dijo.
La utilidad que se derivará del descubrimiento es todavía una incógnita. Productos de origen microbiano aplicados hay "muchísimos", aseguró el investigador, "casi tantos como las plantas". El siguiente paso será describir el nuevo cuerpo y buscar aplicaciones.
En la actualidad se conocen unas 4.000 especies de bacterias, lo que equivaldría, según los expertos, al 1% de las que habitan en la tierra.
Las Salinas de Santa Pola ofrecen posibilidades de investigación extraordinarias. En un mililitro de agua, extraído de las charcas, se agrupan hasta 100 millones de bacterias, mientras que en aguas marinas el número desciende hasta 100.000.
Bajo el proyecto Midas se agrupan investigadores de universidades de Barcelona y Elche en España y del Reino Unido, Dinamarca, Noruega e Israel. El proyecto, de una duración de tres años y una dotación presupuestaria de 200 millones de pesetas, pretende medir la diversidad y recuperar microorganismos de importancia potencial para la industria biotecnológica a partir de ecosistemas marinos.
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