La preocupación del cámara Jacobo

"Yo tengo la esperanza de algún día poder abrazarlo, de hablarle y de que sea consciente de lo sucedido". Son palabras de Jacobo Ovalle, el joven cámara de 21 años que se lanzó a las aguas del río Manzanares, a una temperatura de no más de cuatro grados, para salvar a Francisco Javier V. L.Dentro de pocos días se cumplirá un mes del fatídico accidente que alteró por completo la vida de Francisco, y sólo ahora Jacobo parece ser consciente de lo sucedido: "Es apenas cuando pienso que he salvado a alguien, antes no me ocurría. En el fondo pensaba que lo que había hecho no había servido para nada", dice.

Jacobo ha acudido en dos ocasiones al hospital Clínico para interesarse por la salud de Francisco y se mantiene en permanente contacto con la familia. "La primera vez que estuve en el hospital fue terrible. Me tuve que ir porque no podía soportar ver a su mujer y a su familia destrozados. Los vi muy desesperanzados. Cuando volví, la segunda vez, ya estaban más animados. Él sigue en la unidad de cuidados intensivos, pero parece que está fuera de peligro", cuenta.

Desde aquel día en que sin pensarlo dos veces decidió lanzarse al agua, el universo mediático del que él mismo forma parte lo convirtió en estrella. "Pasé de estar detrás de las cámaras a enfrente de ellas", comenta. Se convirtió en un héroe. "Me han llamado de todas partes y de casi todos los periódicos para contar la historia, pero lo que importa ahora es que este hombre esté vivo y que vaya para adelante". Hasta la redacción de Telemadrid han llegado numerosas cartas de agradecimiento al gesto de Jacobo. Cartas de todos los rincones del país. "Es algo que no me esperaba para nada. La verdad es que estoy alucinando un poco por esto".