Ha nacido la 'cordobamanía'
Manuel Palma revoluciona la gestión deportiva del fútbol como presidente del Córdoba
El Córdoba vive con felicidad el tránsito hacia el nuevo milenio. Apenas en 18 meses la entidad ha recuperado la vida tras la marcha del discutido mecenas Rafael Gómez. Con casi 1.800 millones de pesetas en deudas se inició la travesía por el desierto, liderada por Manuel Oviedo y que culminó con el deseado ascenso a la Segunda A. La Cordobamanía había nacido. Un cordobés afincado en Valencia, Manuel Palma Marín, presenciaba en directo la gesta. Días antes había anunciado su intención de participar en la transformación de la entidad en sociedad anónima deportiva. El 16 de julio logró que el presidente Manuel Oviedo presentara la dimisión, tras llegarse a un acuerdo económico. Palma Marín accedía a la presidencia.Sin riesgos económicos, con el respaldo de unos 9.000 socios, la temporada se marcó con el objetivo de la permanencia en la categoría. En este periodo, Palma ha demostrado sus dotes de estratega. Ha conseguido que con el apoyo del ayuntamiento cordobés la deuda se reduzca a poco más de 900 millones de pesetas. Con este logro se ha facilitado adelantar los plazos para la compra de acciones del Córdoba. El deseo del actual presidente del club es que no haya grandes paquetes de acciones en manos de pocos y que todos los cordobeses participen en este proyecto deportivo.
Como empresario insiste en el rigor de las decisiones económicas, implicando incluso a los futbolistas y a los trabajadores en la toma de decisiones. Este año se pagan unas nóminas y unas fichas muy por debajo de la media que impera en la categoría, pero los incentivos son apetitosos. La prima por ascenso es de 150 millones. Se priman también los puntos obtenidos, cuya valoración se hará al final de temporada. Solamente en caso de descenso los jugadores no tendrían derecho a las primas obtenidas con los puntos.
El presupuesto hay que cumplirlo a rajatabla y Palma no permite disloques entre lo que se ingresa y lo que se paga. Con esta gestión, el club está al día en pagos previstos. Como si de una cooperativa se tratase, será la propia plantilla -esas son las palabras del presidente- quién consensue el alcance monetario de los fichajes, para evitar que sea el dinero el que rompa el buen orden y la disciplina interna en la parcela deportiva del club.
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