A Del Bosque le hieren las excusas

Sea por dar ejemplo o sea porque no quiere abandonar su discurso siempre mesurado -aunque la Liga se le escape al Madrid de las manos-, el caso es que Del Bosque, a quien la primera parte realizada por su equipo le resultó un horror, se negó a sí mismo cualquier legitimidad para buscar excusas: "Nunca he recurrido a lesiones, sanciones, selecciones, abandonos... Nunca. Y no lo voy a hacer hoy [por ayer]. Aquí toca no quejarse y luchar hasta el último minuto. Hemos dejado de ganar dos puntos importantísimos, pero no hay nada decidido", declaró el técnico.Y lo hizo cabreado, que así le dejó el resultado y, sobre todo, el juego de su equipo en la primera mitad, en la que se vio al mando de un grupo al que él mismo calificó como "perezoso, que hizo un fútbol tremendamente horizontal". Luego se produjo cierta reacción, "que llegó por coraje, arrestos y corazón" según Del Bosque, pero que no evitó un empate que aleja al Madrid a cuatro puntos del Barça y, dependiendo de lo que ocurra hoy, quizá a seis del Deportivo. "No sé si nos habremos anclado, pero sí que conformarse es de mediocres. Estamos en el pelotón de cabeza y seguimos vivos en todas las competiciones. No nos notamos tan frescos como deberíamos para un fin de temporada como éste. Estamos para dar espectáculo, para ganar puntos, pero hay limitaciones difíciles de superar".

Ésa fue la única queja emitida por Del Bosque. Más animados en esa tarea se mostraron algunos de sus jugadores. Por ejemplo, Michel Salgado, que apeló a las bajas, los viajes y el cansancio para justificar el empate y el paso atrás consiguiente: "Pese a todo", continuó Salgado, "quiero felicitar al equipo por el talante que ha mostrado. Los jugadores de esta plantilla, con todos los inconvenientes que nos acechan, estamos dando la cara". El hecho de que el público mostrara su insatisfacción no cambió el discurso de Salgado, pero sí le hizo apelar al sentimiento: "Es lógico que la gente se vaya triste porque hemos dado un paso atrás", dijo Salgado, quien añadió: "Y no seré yo quien la critique por ello. Pero sí puedo asegurar que no vamos a arrojar la toalla. Eso no lo hace nunca el Madrid".

Pocos sonreían en el vestuario del Madrid tras el empate. Y tampoco Casillas, pese a tener motivos para ello. Él era el más solictado, el más alabado. El único héroe de una noche para olvidar, en la que no cabe sino considerarle como el máximo responsable de que el equipo sumara un punto.

Un tío llamado Lopetegui

Para el meta madridista la acumulación de partidos no puede servir de excusa. "Sigo pensando que podemos ganar tres títulos, aunque hayamos dado un pequeño paso atrás. Personalmente me he limitado a hacer lo que tiene que hacer un portero, que es parar, y no me considero salvador de nada. También en la otra portería había un tío llamado Julen Lopetegui que ha impedido que gane el Madrid".

Que ganara el Madrid, precisamente, era la posibilidad que negaban tras el partido los jugadores del Rayo. "Aquí el único que ha merecido ganar ha sido el Rayo", sentenció Amaya, al que lo único que alegró fue haber cumplido uno de sus grandes sueños: jugar contra Raúl, como hacía en el barrio de San Cristóbal de Los Ángeles cuando ambos tenían diez años. "El Rayo ha demostrado que es capaz de ganar al Real Madrid y al mejor rival que se encuentre", dijo el defensa rayista.

Menos tajante fue su técnico, Juande Ramos, que sí reconoció que para los suyos había sido una oportunidad única de ganar en el Bernabéu: "Es cierto que pocas veces vamos a tener una ocasión como ésta. Ojalá sea el año que viene, que eso significaría que seguimos en Primera. Hemos hecho un fútbol bonito y espectacular y merecedor de mejor resultado. Nos ha ocurrido lo habitual: perdonamos siempre en ataque. Y si eso es grave siendo quien sea el rival, aún peor es hacerlo frente al Madrid. Sólo la falta de puntería nos ha impedido llevarnos un triunfo que merecíamos".

Juande consideró que su equipo se había mostrado perfecto a nivel táctico, "pues el Madrid no ha tenido ni una ocasión clara", dijo, y negó que para el Rayo sea un éxito el punto cosechado. "En una Liga como ésta un empate sirve de bien poco. Se podrá decir que lo hemos hecho muy bien, pero sólo nos llevamos un punto". Juande entró en el debate sobre los males que aquejan al Madrid y reconoció que el cansancio bien puede servirle como excusa. "Siempre ocurre cuando estás metido en tantas competiciones. Le ocurre al Madrid y le ocurriría a cualquiera. El partido del miércoles les ha quitado frescura y se han limitado a bombear balones. Hemos sabido demostrar nuestros valores en un campo grande, como el Bernabéu, que nos ha obligado a jugar de una forma distinta a la que nos resulta habitual. La conclusión que saco del partido, pese a tratarse de este estadio y este rival, es que nos llevamos un punto que sabe a poco".

Faltaban cinco minutos para que finalizara el encuentro cuando Luis Cembranos se internó por la banda izquierda y acabó estrellando el balón en el poste.Fue ésa la ultima oportunidad de un Rayo que gozó de varias y al que el punto ganado le dice bien poco. "Hace años" reflexionaba Luis, "empatar en el Bernabéu era el no va más. Pero ahora que sólo recibes un punto el valor es distinto. Nos viene bien sumar y haber roto definitivamente la mala racha. ¿El Madrid? Es normal que su nivel no sea tan alto jugando cada tres días. Para darse cuenta de que están cansados no hay más que estar con ellos en el césped y mirarles a la cara".