Los rectores catalanes censuran los actos violentos de los estudiantes

Los rectores de todas las universidades catalanas, tanto públicas como privadas, condenaron ayer de forma enérgica los actos violentos protagonizados el jueves por más de un millar de estudiantes tras una manifestación convocada en defensa de las universidades públicas que reunió a unas 11.000 personas en Barcelona.Tras la manifestación, una parte de los participantes irrumpió en el Salón de la Enseñanza de Barcelona, donde arrasaron los puestos de exposición de las universidades. Los asaltantes, unos 1.500, según los organizadores del certamen, rodearon el recinto durante casi una hora, vaciaron extintores, destrozaron mobiliario, llenaron el suelo de octavillas y realizaron pintadas en las paredes.

"Actuaciones como éstas, que desgraciadamente no es la primera vez que hemos de lamentar, no contribuyen al normal desarrollo de la vida ciudadana y son la negación de las condiciones de diálogo y convivencia que son habituales en las instituciones universitarias", señala el comunicado. El rector de la Universidad catalana Ramon Llull, Miquel Gassiot, que visitaba el certamen educativo cuando se produjeron los incidentes y se vio obligado a abandonarlo para no provocar a los estudiantes, lamentó ayer estos actos violentos "que no tienen nada de intelectual ni de democrático".

El rector de la Ramon Llull cree que la gran mayoría de universitarios presentes fue manipulada por unos determinados grupos que "han manejado informaciones absurdas en las últimas semanas sobre el informe Bricall". Gassiot admitió que en el documento se consideran todos los modelos posibles de la universidad de futuro, pero afirmó que es precipitado "sacar todavía conclusiones". Y añadió: "El informe Bricall es muy interesante, es suficientemente valiente para poner en cuestión algunos de los temas que parecen intocables en materia universitaria".

Violación de derechos

Todos los rectores catalanes recuerdan en el comunicado que siempre "hemos proclamado los derechos de expresión y manifestación de los miembros de la comunidad universitaria, como parte inseparable de los derechos democráticos del conjunto de la sociedad", y consideran que lo ocurrido el jueves representa una violación de estos derechos.

En su protesta, los estudiantes no distinguieron entre universidades públicas y privadas, pero estas últimas sufrieron mayores desperfectos. Los puestos que resultaron más dañados fueron los de la Universidad Ramon Llull, Universitat Oberta y Universidad Internacional de Cataluña. Esta última calcula los daños en sus instalaciones en más de un millón de pesetas, por los que ayer presentó denuncia en comisaría.

El Salón de la Enseñanza 2000, que finaliza mañana en Barcelona, reanudó ayer con normalidad su actividad, después de poner de nuevo a punto el recinto ferial situado en Montjuïc.