Por la calidad
Un total de 20.000 docentes salieron el miércoles a la calle en Barcelona para reclamar más medios para la enseñanza pública. El éxito de la convocatoria sorprendió a todos. Lo que ha sido hasta ahora un larvado pero creciente malestar en las aulas va camino de desbordarse. Fue igualmente sorprendente la masiva afluencia de estudiantes -unos 11.000- a una manifestación de universitarios convocada ayer también en Barcelona en defensa de la Universidad pública y en contra de un informe encargado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas. Lo sorprendente en este caso es que tal informe ni siquiera ha sido oficialmente entregado y ya se le atribuyen propuestas privatizadoras. El mismo día se conoció el método empleado por la Universidad de Cantabria para controlar la asistencia y el cumplimiento de los profesores, mediante la concesión de becas de 25.000 pesetas a estudiantes para que realicen secretamente estas funciones de control; un método de auditoría dudosamente regular.La agitación que vive el mundo de la enseñanza, incluida la universitaria, tiene que ver con el déficit central del sistema, que es un déficit de calidad. En el caso de la enseñanza secundaria, quienes defienden el sistema público y la reforma introducida en los últimos años se encuentran a menudo en una encrucijada moral que tiene consecuencias políticas: si denuncian las deficiencias del actual sistema público corren el riesgo de contribuir a su desprestigio y de ser utilizados por quienes quieren revertir los aspectos igualitarios de la reforma; pero si no las denuncian, dicha reforma verá seriamente amenazados sus objetivos y el sistema público de enseñanza quedará en clara desventaja respecto del privado.
El reto que ahora tiene el sistema educativo español es el de la calidad. Y no hay calidad sin medios. Un país que puede bajar los impuestos debe ser capaz de garantizar también que su sistema educativo cuenta con recursos suficientes para afrontar los retos del futuro por lo menos en las mismas condiciones que los países de su entorno. La reforma ha supuesto una sobrecarga pedagógica para el profesorado que es urgente corregir con programas de reconversión que le permita acometer con éxito sus nuevas funciones. Con la educación se juegan no sólo las opciones de futuro de una sociedad, sino también la verdadera igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Lástima que este asunto haya permanecido oculto en la reciente campaña electoral.
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