El jefe de la OTAN admite que queda mucho por hacer en Kosovo

El secretario general de la OTAN, George Robertson, hizo ayer balance un año después del inicio de la guerra de Kosovo, pero dijo que "queda aún mucho por hacer" y pidió a la comunidad internacional que redoble sus responsabilidades en la reconstrucción de la provincia. De Slobodan Milosevic dijo que su caída "sigue dependiendo de los yugoslavos", pero expresó la esperanza de que el líder serbio pueda ser "pronto" procesado como "criminal de guerra".

Robertson, secretario de Defensa laborista británico hasta que el pasado octubre reemplazó a Javier Solana al frente de la Alianza Atlántica, defendió ayer la campaña militar de la OTAN en Kosovo y su presencia con soldados desde hace nueve meses allí. "Se ha logrado frenar e invertir la peor limpieza étnica jamás vista en medio siglo en Europa", afirmó. Si la OTAN no hubiera intervenido, "la política de barbarie de Belgrado habría triunfado y la credibilidad de la OTAN y de la sociedad occidental y sus valores habría quedado gravemente dañada"."Como ser humano, me siento indudablemente decepcionado de que Milosevic siga en el poder, pero su salida depende de la población yugoslava", afirmó Robertson, que se mostró, sin embargo, confiado en que "sus días estén contados y que pronto pueda ser procesado por el tribunal de La Haya por crímenes de guerra". Juzgó inverosímil que la comunidad occidental llegue a una solución política feliz con la República Federal Yugoslava mientras el líder serbio siga en la presidencia, y dijo que éste continuará con sus esfuerzos para desestabilizar Montenegro.

El secretario general no escatimó tonos triunfalistas al hacer balance de estos nueve meses tras la capitulación de Milosevic y la presencia de los 37.000 soldados que integran la Kfor, la fuerza de paz occidental en Kosovo: 1.300.000 refugiados han regresado, el número de crímenes ha descendido de 50 a 5 por semana, el Ejército de Liberación de Kosovo ha sido desmilitarizado, se ha creado un cuerpo de protección como organización de emergencia civil y una policía local multiétnica y ha comenzado la reconstrucción civil de la provincia con la reapertura de escuelas y el desarrollo de infraestructuras.

"Es demasiado prematuro cantar victoria, pero es igualmente equivocado decir que se ha fracasado", sentenció Robertson. El jefe político de la OTAN manifestó que las fuerzas serbias han abandonado la provincia y los refugiados han regresado a sus hogares, pero reconoció que la tarea que queda por realizar es aún enorme. "La comunidad internacional no puede abandonar Kosovo con la mitad del trabajo hecho. Ésta es una misión posible, pero se necesita paciencia, perseverancia y recursos".

En el capítulo de responsabilidades internacionales para la reconstrucción, el secretario general de la OTAN citó el mantenimiento de la Kfor, sin necesidad de incrementar su contingente y la protección de la serbia y las demás minorías a fin de que puedan permanecer en la provincia y se logre una democracia multiétnica. Pero hizo especial hincapié en el envío de más policía civil, en la creación de una auténtica administración con la presencia de jueces y fiscales, y, finalmente, en el compromiso contraído por la comunidad internacional para aportar los recursos financieros necesarios que permitan la reconstrucción de Kosovo.