La Fiscalía Anticorrupción cree ejemplar la instrucción del 'caso Atlético'

El debate de cuestiones previas del caso Atlético, en el que se juzga a Jesús Gil y a otros 11 acusados por haber desviado supuestamente dinero público del Ayuntamiento de Marbella (Málaga) hacia el Atlético de Madrid, concluyó ayer con la exposición de la Fiscalía Anticorrupción y de la acusación particular, representada por el PSOE.Los fiscales anticorrupciónCarlos Castresana y Vicente González emplearon casi dos horas en desmontar los argumentos utilizados por las defensas en la primera jornada del juicio para pedir la nulidad del proceso. Ambos aportaron jurisprudencia del Tribunal Supremo y apelaron a la legislación procesal para demostrar que las actuaciones del juez instructor, Santiago Torres, fueron correctas.

Los representantes de la Fiscalía negaron que Torres hubiera vulnerado las normas de reparto al quedarse con el caso. En este sentido, el abogado del PSOE, José Carlos Aguilera, recordó que la ex jueza decana de Marbella, Pilar Ramírez -apartada ahora de la carrera judicial por no haberse abstenido en asuntos en los que su familia estaba implicada-, se abstuvo cuando las defensas le pidieron que apartara al juez Santiago Torres del caso.

Justificaron su actuación al iniciar la investigación en cuanto el caso llegó al Juzgado de Guardia apelando a una norma procesal que especifica que cuando no hay ningún juez que conozca de un asunto determinado, debe ser el juez de guardia el que se encargue de él. Negaron que en los registros se hubieran requisado documentos o archivos informáticos no relacionados con el caso. "Si se cogieron libros completos de decretos es porque no se pueden arrancar las páginas", argumentaron.

También rechazaron las acusaciones de la defensa de falta de imparcialidad por parte del instructor señalando que los abogados se habían limitado a calificarlo de imparcial, "pero no se dijo si el juez tenía algún interés o cuál era, y cuando en un tribunal de justicia se afirma una cosa hay que probarla". También recordaron que la falta de imparcialidad "se entiende cuando se produce una instrucción errática y excesivamente dilatada que afecte negativamente al acusado, pero no estamos ante este caso".

Castresana, que intervino después de González, concluyó su discurso recordando que Torres ha sido "el único juez que ha recibido amparo unánime de los miembros del Consejo General del Poder Judicial" durante la instrucción. Elogió su profesionalidad por haber finalizado la investigación "en condiciones muy duras, algo que no va en el sueldo", y añadió que, desde que se hizo cargo del asunto, Torres ha sufrido cuatro recusaciones y dos querellas criminales, si bien ninguna ha prosperado.

"Incluso ha sido vilipendiado por uno de los acusados en los medios de comunicación, de lo que se deduce que han sido los acusados los que se han empeñado en apartarle por cualquier medio y que la animadversión no sería del juez hacia los acusados, sino al contrario", dijo Castresana.

Gil improvisó una conferencia de prensa a la salida del juicio para decir que Castresana "se ha inventado la acusación de cabo a rabo", que la instrucción del caso fue "un infierno" y que Torres "es sólo un hombre de paja". El tribunal se pronunciará la semana próxima sobre las cuestiones previas.